25 años después el grupo insignia del Go Go Funk regresaba a Londres. En buena parte gracias a la reivindicación que recientemente ha hecho el inglés Kindness en su tema “That´s Allright”, que les ha puesto otra vez de actualidad, justo cuando celebran sus treinta y cinco años de vida. La última visita de los embajadores de Washington DC quedó inmortalizada con un disco en directo y su portada más de dos décadas después sirvió como imagen para el merchandising de su concierto. Por petición popular se añadió un segundo día en el Islington Assembly Hall un edificio construido en los años 30 con unas instalaciones espectaculares situado en un barrio muy recomendable para visitar en Londres.
La noche fue caldeada con los Djs Chris Philips y Snowboy, reconocidos fans del Go Go Funk que homenajearon clásicos del género sin olvidar a Chuck Brown, cuyo himno “Bustin´Loose” sonó justo antes de que nuestros diez protagonistas empezasen a ocupar posiciones, el último en salir Mr. Big Tony con cadena de oro, gorro, gafas de sol, jersey de cuello vuelto y bajo apoyado en su opulenta tripa. Arrancaron con un medley marca de la casa con su característico “Say Whaaaaaat!” y esos redobles percutivos característicos que te hacen volar acompañado dedos teclados espaciales. Sin descanso durante casi dos horas repasaron todos sus himnos: “So Early In The Morning”, “Trouble Over Here, Trouble Over There”, “E-Flat Boogie”, todos los pepinos uno tras otro y para la recta final “Don´t Touch That Stereo”, “Trouble Funk Express” y por supuesto “Pump Me Up” y cerrando con “Drop The Bomp” que tuvieron que acortar para terminar a las 23h en punto por exigencia de la organización.
En las primeras filas militantes Go Go con camisetas de la P-Funk y portadas de discos que mostraban con cada tema.Un público mezclado de negros y blancos con una edad media de 40 años, los cuales seguro habían asistido al último concierto en Londres hacía más de dos décadas. Casi dos horas de sudor, baile, testosterona y percusiones para definir lo que se entiende por funk crudo sin concesiones, o como diría mi amigo Miguel Losada, funk testiculado, ese que hace expandir los genitales, agitar el culo y doblar las rodillas. Que no tengamos que esperar otros 25 años años para verles en Europa.
Ha fallecido Don Blackman, el autor del mejor disco de 1982, homónimo, ese año crepuscular antes del ElectroFunk. Una carrera artística con un solo trabajo hasta que le recuperaran los raperos y la gente del sello Expansion, un sólo disco, iniciático, el sonido de la excelencia, cosas que solo pasan una vez. Fue un álbum mítico desde el mismo instante de su publicación, y ahora es ya un estandarte, un faro, más aún, la estrella polar. A Don Blackman se lo ha llevado el cáncer, su hija hizo ayer un comunicado sobre su estado crítico, y horas después fue el desenlace, Lalah Hathaway, Amalia, y otros músicos allegados lo confirmaban en sus cuentas de facebook y twiter. Lo recordaré siempre: fuí con Sutil y Simon Emanuel a verle, tocaba en el Jazzcafé de Londres aquel mes de febrero de 2009, le entrevistamos en el camerino y nos alumbró. Recuerdo Morning Sunrise para Lenny White y Weldonde Irvine, pero sobretodo Listen, que en directo fue una enseñanza: la vida es el formato del amor y la música una oración de agradecimiento. Descanse en paz.
Foto y texto: Miguel Gómez Losada
Realizada en los camerinos de Jazz Café (Londres) durante la entrevista realizada el 13 febrero de 2009 para la revista Enlace Funk y que se publicó en el número 32.
UN SECRETO A VOCES Hace ya tiempo que "el secreto mejor guardado del soul británico" dejó de serlo...secreto quiero decir, porque concierto tras concierto, James Hunter se reafirma como la más firme realidad de este "renacimiento" del soul, junto a la otra voz blanca, Eli “Paperboy” Reed o a la hiperactiva Sharon Jones.
Hunter se presentó en el Antzokia de Bilbao con su nuevo CD, Minute By Minute bajo el brazo y en la mesa del merchandising, de donde al final del concierto volaría.
Junto a James y para completar los Six, aparecieron en escenario, el teclista Kyle Koehler, dos saxos, Lee Badau y Damien Hand, un elegante Jason Wilson al contrabajo y Jonathan Lee a la batería.
Para mi sería la segunda vez que veo a James Hunter, la anterior, hará unos cuatro años en Barcelona, en una noche de blues, tras Amadeo Casa y una de mis blues women favoritas, Janiva Magness. En aquella ocasión , quizás por ser el último o por el la ganas de fiesta a esas altas horas del público, James estuvo mucho más festivo, más farrero que en esta noche, en la que es lo único que eché a faltar, sólo en la última canción, "Think", una revisión del clásico de los 5 Royales, en la que tras un grandísimo inicio instrumental a cargo de los "otros 5", James se soltó y se metió al abundante público en el bolsillo, gracias a sus acrobáticos números "guitarreros".
El resto, del concierto, como no podía ser de otra manera fue una presentación en sociedad de su último trabajo, Minute By Minute, con mucho, mucho soul, y soul del bueno, temas como "Gold Mine", "Drop On Me", "Chicken Switch", "One Way Love", "Look Out", nos recordaban a antiguas estrellas como Sam Cooke o Ray Charles.
Algún tema de su tercer disco, People Gonna Talk como "No Smoke Without Fire", "Talking Bout My Love" o "All Through Cryin". Y dos de mis temas favoritas de Hunter, de su trabajo The Hard Way, la enérgica "Jacqueline" y un gustazo para los oídos, "Carina". Y como no hay dos sin tres, ya cuento los días en que James esté otra vez por aquí.
El pasado sábado 18 de Mayo se celebró el BC One en el teatro Circo Price de Madrid. Se trata de una competición de B-boying (Breakdance) individual (1vs1) con 10 años de antigüedad en la que batallan los mejores bailarines de cada país y que esta producida y patrocinada por la marca Red Bull. El evento tiene distintas eliminatorias y un gran final que se da en una ciudad del mundo distinta cada año. Desde el año 2006 es posible verla totalmente gratuitaen las redes sociales y en la pagina oficial. En ella también venden la banda sonora del evento.
La competición es una eliminatoria desde dieciseisavos en 3 fases:
1. Cyphers:Pre-eliminatoria nacional. El ganador clasifica para las Clasificatorias.
2. Clasificatorias:Es el evento donde batallan los ganadores de las Cyphers de los países de la región. El ganador clasifica para las finales.
3. Finales:Los ganadores de las 6 Qualifiers y 10 bboys nominados batallan por el título de Campeón Mundial.
Para esta ocasión no escatimaron gastos y adornaron el Circo Price como en las competiciones internacionales, destacando la gran tarima circulas y su gran despliegue de luces, cámaras, azafatas y equipo de DJs. En este último apartado fue DJ LadyFunk desde Zaragoza quien se encargo de pinchar a los b-boys/bgirls (Breakdancers) con breaks latinos mayormente. El evento abrió a las 21 y a las 23 ya había finalizado. Tuvo una gran afluencia de bailarines,amantes del hip hop, curiosos y familias en busca de ocio. El jurado era un elenco experimentado y mixto internacionalmente compuesto por: Storm (Alemania), Cico (Italia) y Extremo (España).
A continuación resumiré brevemente las batallas:
Octavos
Jess vs Movie One: Ambas Bgirls de Barcelona comenzaron el evento batallando y consiguiendo grande ovaciones. El estilo de Movie One basado en mas footworks y freezes no consiguió vencer las salidas mas potentes y con power moves de Jess.
Foves vs Vento:El primero de Supremos Crew (Valencia) puso toda la carne en el asador, con sus power moves clásicos como headspins, pero no venció el estilo mas abstraído y flexible de Vento que con combos de remontadas a “pull overs” paso a la siguiente ronda.
Bboy Pier vs Lil Dani: Pier (Lunaticks) dio buena batalla con su explosiva forma de bailar, su top rco nervioso y sus combinaciones de footworks clásicas contra un fuerte bboying de Lil Dani (Malaganzters), que a pesar de su joven edadconsiguió ganar la batalla.
Lopez vs Chey: batalla muy interesante en el que Lopez (Soul Flavas) demuestra un bboying fresco de ahora, completo en top rock, fotwork y power moves y da lucha contra a un estilo mas abstracto y personal de Chey (Electroduendes). Pero lo que marco la diferencia y victoria para el segundo es la musicalidad mostrada en sus “sets”.
Elihuvs V.O. (Vitual): Elihu (Arcopon), a pesar de una reciente lesión, demostró haberse recuperado totalmente, con sus combos de power moves, destacando sus “airtwist cerrados” y sus combinaciones de fotworks y freezes, que contrastaban con las salidas de V.O. (Flavour King), en las que se deja notar sus influencias de otras danzas tales como Krump y Poppin, mezclada con movimientos mas flexibles y freezes mas sorprendentes. Grazy vs Joserra: Grazy (Fusion Rockers, Madrid) paso a la siguiente ronda con sus combos de freezes, entradas a power moves sorprendentes como “halo” sin manos y una actitud mas agresiva, frente a un break clásico pero con mucho estilo y fuerzade Joserra (Special K) quien quizás hizo las salidas mas extendidas del campeonato demostrando una gran resistencia.
Jorge vs Big Jorge: El estilo de Jorge (Special K) es inconfundible, con top-rocks menos variados que el resto pero mas precisos en el beat y con sus fotworks estirados que abarcan y llenan el espacio como ningún otro en la competición. Con todo, fue Big Jorge (Malaganzters) quien con movimientos “firma” y freezes balance paso a la siguiente ronda. Damiam vs Xak: Xak (Arcopon) hizo representación de unos de los grupos mas potentes del panorama patrio con combos de power moves destacanso sus “wildmills-tap o webs” y gran contundencia en sus top Rocks frente a un Damiam (Carnales Crew) que dejo bocabiertos a mas de uno por sus power moves en sentidos contrarios mediante una pausa en freeze.
Cuartos: Jess vs Lil Dani: La flexibilidad y acrobacia de Jess no pudieron derrotar a un Lil Dani mas fuerte en esta segunda ronda, soltando buenos power moves. Vento vs Chey: Ambos hicieron gran alarde elasticidad, destacando los “Elbow Spin”y “Belly mills”de Vento y estilo mas definido de Chey. Este ultimo pasando a la siguiente ronda.
Grazy vs Jorge: Grazy estuvo soltando “bombas” a modo de freezes más complejos desde back-flips a codo de modo que se impuso frente a Jorge, quien puso toda la carne en el asador triando de repertorio propio. Damiam vs V.O.: El primero volvió a demostrar su maestría en el power moves clásico y combinaciones acertadas pero que no convencieron al jurado que estaba mas sorprendido en las interpretaciones de VO con la música y sus finales de sets mas alocados si cabe que sus anteriores batallas. En eldescanso entre cuartos dos shows sorpresa: 1.- Show de Storm (Battle Squad): Hizo un show coreografiado y enlatado en música de 3 partes diferenciadas. Una primera parte con coreografías de poppin, con música electrónica “Glitch”, una segunda con movimientos de algunas coreografías suyas haciendo pasos propios de el como de “lifter” y su reconocido “robot” a remoto control, acabando con una tercera coreografía mas larga y mezclada. Esta era una coreografía con historia, efectos de sonido y creatividad que fusionaba hábilmente sus conocimientos en distintas disciplinas de los bailes hip hop como el bboying, poppin y lockin. Sin duda una gran respiro para el público e inspirador para los bailarines ahí presentes 2.- Kulbic: Sorprendió a los allí presente con unas coreografías mixta de mímica, Poppins (animation) y lockin con 2 canciones clásicas para todo amante de estas danzas: “Another One Bites the Dust” de Queen y “Electricity” de Midnight Star
Semifinales: Lil Dani vs Chey: Aquí se empezaba a notar el cansancio de las rondas en los que Chey supo dosificar y seguir soltando adecuadamente movimientosy freezes junto con footworks variados y musicalmente acertados, mientras que Lil Dani no pudo convencer esta vez al jurado a pesar su gran potencia en sus sets.
Grazy vs V.O.: Sin duda la batalla con mas impaciencia del campeonato, debido a la indecisión de los dos bboys en empezar el turno, impacientando incluso a los MCs, quien uno de ellos, Kaos (SuperSouthnics), salio a la pista para bailar ¡el mismo! Hecho eso la batalla fue una sucesión de combos por ambas partes, mas acrobáticos en el caso de Grazy y mas ingeniosos en la parte V.O. Este ultimo paso a la ronda final.
Final: Chey vs V.O.: Un decidido y potente Chey fue el primero en salir a bailar, no dejando ni un solo beat, voz, acorde sin marcar e intercalando figuras y acrobacias con fluidez. Acto seguido V.O. hizo sus consecuentes sets, destacando su manera decidida e interpretativa de la música, acertanto breaks con sus característicos freezes. Sin duda lo que creo decanto la victoria (Por tercera vez consecutiva) fue la resistencia y gran fortaleza de Chey para seguir hasta el tercer y ultimo round con las misma fuerza con la que empezó el campeonato y que quedo patente, sobre todo en comparación, con la ultima salida mas desganada de V.O. después de la tormenta llega la calma. Ambos bailarines se dan abrazos y esperan junto a Kaos la decisión del jurado. Chey gana la batalla y viajara a las finales en el próximo Red Bull Bc One. ¡Felicidades Bboy Chey y suerte en la gran final!. Gracias a Red Bull por la invitación, la implicación en la cultura Hip Hop y a la organización de este evento.
Texto: Roborob
Fotos: GianfrancoTripodo
Glosario de términos:
-Top-rock: pasos de baile ejecutados de pie por un bboy (breakdancer)
-Foot-work: pasos de baile ejecutados de cuclillas por un bboy -Freeze: traducido literalmente ”congelado”. En el contesto del bboying (breakdance) es una pausa en una postura hecha por el bboy, ya pudiera ser acrobática o no, pero siempre intentando caer en el beat de la música o para finalizar un baile. -Power move: movimientos normalmente giratorios, de inercia y acrobáticos del bboying. Tales como “wildmill” (molinos con la espalda), “flares” (molinos americanos), “swipes” (turbinas), turtles, airtwist, backspins, elbow spins….
-Set: Salida de baile en el turno del bailarín. -Combo: comprimido de la palabra combinación. Pudiendo ser combinaciones de movimientos, freezes, power moves…
En los años cincuenta del siglo XX, el pianista mexicano Ernesto Hill Olvera, ciego por un accidente, desarrolla una técnica insólita que acabaría teniendo repercusión en la agitada escena de música de bailes de salón en México. Valiéndose del órgano Hammond, descubrió que al abrir gradualmente las barras, se formaban las vocales y del movimiento de las mismas se iban formando las palabras.Armaba con los diferentes juegos de deslizadores espectros sonoros (con sinusoides) que aproximaba al espectro de las vocales y ciertos fonemas. Luego, en el momento de la ejecución, a medida que tocaba la música, con su mano izquierda habilitaba una u otra combinación, en tiempo real, combinándola con ciertos giros musicales (repeticiones, mordentes, etc) que simulaban los sonidos del habla. Otros músicos como Amado Melín en Argentina, y Evaristo Enríquez Zavala y Luis Fernando Zepeda en México hicieron el mismo descubrimiento y perfeccionaron la técnica. Hill Olvera explotó comercialmente este hallazgo, a través de sus actuaciones personales, apariciones en el cine mexicano y los dos discos que grabó en toda su trayectoria donde interpretaba clásicos de la música tropical del momento, boleros, rancheras, cha cha chas etc bajo la técnica del órgano que canta. El resultado es conmovedor y psicodélico al tiempo. Sin embargo, esta técnica no fue popularizada, Hill Olvera murió desahuciado en el norte de México, y tan sólo algunos músicos siguen hoy desarrollándola, muchas veces orientados a bailes populares, bodas y otros eventos familiares. Uno de los pocos maestros que en la actualidad domina la difícil técnica es Igor Stepanenko.
El pasado miércoles 29 de mayo aterrizó en Zaragoza en la sala Explosivo Club, Ondatrópica. Único bolo en España después de la suspensión de los programados en Bilbao y Madrid por diferentes motivos. Allá nos desplazamos para disfrutar de un concierto maravilloso. Uno de esos eventos difíciles de olvidar, no solo por la grandeza del mismo, la relevancia y calidad de sus miembros, la fusión musical que persigue y desarrolla, sino por todo lo que simboliza y abarca. Ocho músicos encima de un escenario representando en directo la mar de bien a los más de los cuarenta que han participado en este multi-tinglado, y otros tantos o más que no han participado pero también están. Un elenco difícil de imaginar para los no documentados, que requiere necesariamente algunas pinceladas para ponerse en situación.
Ondatrópica es un proyecto muy ambicioso que gira alrededor de la música colombiana, donde la investigación, la producción, la recolección, la difusión y el encuentro forman parte de todo su entramado, con la cumbia como eje conductor pero con las muchas ramificaciones de una gran familia, la musical. Esta “onda” se muestra como la propuesta de realización de un sueño que de alguna manera quiere unir y reafirmar un proceso creativo poco académico, vivo y no de museo, uniendo lo tradicional con lo moderno, lo joven con lo añejo…rescatando y juntando así a algunos grandes artistas consagrados pero algo olvidados, con otros algo más jóvenes de la escena actual, para delirio de todos los amantes de la música colombiana y por extensión a todos los amantes de la música en general.
La idea parte justo de la amistad de dos de los más jóvenes: el ingles Will “Quantic” Holland (Combo Bárbaro, Míticos del Ritmo…), y el colombiano Mario Galeano (Frente Cumbiero, Pirañas…). Dos músicos inquietos al frente de múltiples proyectos (pero a su vez directores musicales, compositores, arreglistas, productores, DJs, musicólogos-coleccionistas y fanáticos de la música en toda regla) logran reunir a un batallón de músicos en la “universidad de la música tropical” de Medellín, Discos Fuentes, para grabar un trabajo homónimo (Soundway 2012) que hemos visto trasladado al directo en una noche mágica. Este referente estudio de grabación ya actúa por sí mismo como mediador de toda esta amalgama musical en la que todos participan y ponen su granito de arena. La mencionada discográfica y la figura del mítico productor e ingeniero Mario Rincón (tío y mentor de Fruko), aprendiz directo de Antonio Fuentes, juega un papel importante en el proceso de grabación con una intención clara de obtener un formato clásico y análogo (que también se deja sentir en su directo), como ya hiciera con los mejores discos de los 70’, conociendo todos los detalles para sacar el máximo partido a todos los registros, y tocando a su vez en el estudio la guacharaca de maravilla.
Muchos de los históricos que han participado con gran peso en Ondatrópica podrían dirigir una orquesta o liderar proyectos musicales en solitario como músicos, compositores o arreglistas. Entre ellos destacan los grandísimos Fruko, Anibal Velázquez, Alfredito Linares o Pedro Ramaya…casi nada! Aún sin presentarse en directo ninguno de ellos, cada uno es meritorio de un especial particular.
Entre la sangre joven que participa en el proyecto pero tampoco aparecen en el escenario, figuran nombres tan dispares e importantes como Juan Carlos Puello “El Chongo”, Juancho Vargas, Fernando Silva "El Ovejo", Eblis Alvarez, Miguel "El Profe" Vega...entre otros. Todos activos en proyectos musicales de gran importancia actual, como Sidestipper, Meridian Brothers o La 33, por mencionar algunos.
Quantic“guitarra y acordeón” y Galeano“bajo” participan y dirigen el directo delegando todo el protagonismo en el resto de la banda que da para mucho.
Nidia y Markitos son dos excelentes cantantes que representan a dos generaciones que han hecho mucho por dar a conocer la música del pacífico colombiano.
Markitos Mikolta“voz, maracas”, ganó 2 veces el Festival Petronio y ha derrochado folclor afrocolombiano en su Buenaventura natal desde los 60’ con Peregoyo y su Combo Vacaná además de liderar su propia agrupación La Sabrosura del Litoral, y eso se nota, dejándonos bien claro cantando sobre el escenario su deseo de llegar gozando a los 100 años y acercándonos para ello un delicioso “currulao” de su Chocó natal.
Nidia Góngora“voz, guacharaca, maracas” tiene sazón, tiene sabor…sal y pimienta. Pero Nidia no es una cantante, es una “cantora”. Mujer timbiquireña. Su voz estremece los ríos, mares, montañas y ahora a nosotros. Las cantoras en su tierra son matronas, berracas, mujeres mayores y fuertes que pueden con todo, con un cantar profundo del ser, de una tradición oral arraigada en sus antepasados. Nidia es una joven Berraca!! Tardó en arrancar por estar un poquillo resfriada pero aún así nos deleitó también con una buena adaptación del Combo Bárbaro para Ondatrópica de “El cantar de mi tierra” que sigue poniendo los pelos de punta. En la sección de metales aparecen dos personajes que entre ambos suman la friolera de 110 años dedicados a la música, con muchas cosas en común, entre ellas la canción emblema de Joe Arroyo “Rebelión” de su album Musa Original que uno arregló y el otro interpretó con su trompeta con un solo difícil de olvidar.
“Michi” Sarmiento“saxo, voz y pandero” todo un honor coloreado poder disfrutar aún de su presencia y buen hacer musical. Hijo del gran clarinetista de Lucho Bermúdez,Clímaco, a quien rindió tributo con uno de sus conocidos temas. Junto a otros ilustres como Calixto Ochoa, Alfredo Gutierrez o Ignacio Paredes, entre otros, “Michi" fue uno de los cofundadores de los grandiosos Corraleros de Majagual, ideados por Antonio Fuentes (inspirado a su vez en la orquesta que hizo Pedrito Alterque en 1912 llamada los Corraleros de Astillón) con el fin de reunir a los mejores exponentes de la música sabanera, y con los que más de un “Irreal” de Ondatrópica tienen relación. Amigo de los maestros Sofronín, Adolfo Mejía, o el filipino Teófilo Mejía debutó de la mano de otro, Daniel Santos, tocando también con Pedro Laza o La Sonora Cordobesa, fue uno de los culpables de que los chinos bailaran cumbia. Tremendo con el saxo. Su voz en el porro tributo a Curro Fuentes es de impacto.
Jorge Gaviria“trompeta” el mas serio y discreto, un mundo aparte. Impresionante. Que precisión. Buque insignia de Discos Fuentes. Como trompetista ha trabajado con todos durante 40 años. Número uno de Fruko, siendo parte fundamental de su 2º album A La Memoria Del Muerto, toda una joya de la salsa colombiana de 1972. Colaborando también con Joe Arroyo, Los Corraleros o la Orquesta Bananas de Barranquilla.
Freddy Colorado“percusión”. Gran percusionista experimentado y rodado, guerrero de las congas y otros tambores. Agitador de masas. Es uno de los músicos que primero empezó a colaborar en los proyectos de Quantic.
Wilson Viveros“bateria-timbal”. Impresionante. Poco más que decir. Fraseos y explosiones constantes sobrevolando el bombo, emulando la difícil espontaneidad de los tambores cumbiamberos. Orquesta de percusores con una capacidad infinita de ritmos apabullante. Gran conocedor de la música del pacífico. Trabajó con Los Rechochan Boys en el Show de Jimmy, Tupamaros, Grupo Niche, Guayacán, Joe Arroyo, Diomedes Diaz…
Por todo ello el proyecto Ondatrópica suena orgánico en directo, con todo el sabor del folclore tropical clásico colombiano pero siempre con un carácter principalmente contemporáneo. Para definir su sonido se emplean estilos como la cumbia, el porro, la gaita mezclados con ska, salsa, rap, boogaloo. Pero la riqueza musical se entrevé mucho más amplia, apareciendo currulaos, mapalés, pasillos, paseaitos, joropos, torbellinos, jalaitos, chiviricos, chalupas campesinas, puyas, bullerengues, sones, fandangos, chandés, chicha, champeta, merengue o los aires del vallenato. Mezclándose el Pacífico, el Caribe, la Sabana, los Andes, su potencial es enorme en toda Latinoamérica, buscando a su vez un reconocimiento mundial, rompiendo los prejuicios existentes en toda esta cultura tropical enraizada en lo clásico, abriendo de esta manera las fronteras, ampliando y acercando el camino, la formación y el conocimiento para los más jóvenes.
Ondatrópica abre un camino de valor incalculable, muy distinto al que se abrió por ejemplo con la cumbia villera argentina o los grooves de la sonidera de méxico. Ya en los 50s y 60s había gente muy arriesgada que experimentaba con sintetizadores, órganos, guitarras eléctricas en el folclore y las músicas tradicionales comenzando a cambiar estilos, algunos de los cuales se encuentran en este trabajo. Al escuchar este grandísimo proyecto uno piensa a su vez en otros ilustres ya desaparecidos que de alguna manera también Ondatrópica rinde tributo y es deudora de su legado, como el rey de la cumbia Andrés Landero, el creador del merecumbé Pacho Galán, el rey del vallenato Alejandro Durán, el gran acordeonero Colacho Mendoza o el gran juglar del vallenato Franciso “El Hombre” Pacho Rada, muerto este en miseria.
Cerca de dos horas de concierto con un solo bis, suficiente. Will y Galeano se apresuraron en bajar de la tarima para vender unos discos…el resto fue desapareciendo en poco tiempo. Antes de marchar Freddy Colorado nos comentó la gran alegría de estar en España (y poder dirigirse al público en su misma lengua), pero el gran esfuerzo que supone a un grupo de estas características adaptarse después de tocar el día anterior en Rabat con un éxito enorme, al igual que en toda Europa, ocupando grandes escenarios en honor de multitudes. En contraste, la agradable sala El Explosivo Club recogió alrededor de 250 personas, con actitud entregada y disfrute absoluto. El ambiente se llenó enseguida de alegría, de baile y comunión, del escenario a la pista, con un gran sonido.
A continuación, y por si alguien se quedó con ganas, tuvimos la oportunidad de escuchar a Quantic en plena sesión, demostrando por que es uno de los grandes, con su gran sabiduría y talento a los platos, mezclando imposibles con la música tropical de hilo conductor. A él se unió Galeano (otro ilustre coleccionista de vinilos y gran dj) con muchas ganas de fiesta, convirtiendo la sala en un espectacular toma y daca interminable…hasta que fueron desaparecieron los últimos de la clase…y como no podía ser de otra manera…quedaron solo ellos. IMPRESIONANTE.
Gracias al Explosivo Club y toda la gente que hubo detrás, que con esfuerzo, apostaron por ellos y no dejaon pasar esta privilegiada oportunidad. Gracias Ondatrópica, os deseamos la mayor onda expansiva.
La asociación La Noche En Vivo que agrupa a las salas madrileñas de música en directo nos ha premiado con el premio "Guille" a la Difusión Musical. Un reconocimiento que pertenece a todos los que colaboran prestando su trabajo, tiempo y pasión para que la revista que hacemos salga adelante.
Además queremos agradecer a los que hacen posible que cada noche haya música en vivo en las salas que apoyan la música en directo, motor de la cultura en esta ciudad a la que desde la revista intentamos poner nuestro granito con nuestro esfuerzo y con la realización del festival Madrid Es Negro. ¡¡¡Muchas gracias!!!.
Seguimos intentando difundir la música y sus protagonistas, es nuestra pasión y este premio nos ha hecho muy felices y nos anima aún mas a seguir con nuestra labor.
Segunda edición del weekend de soul más importante de la capital. Una vez más Madrid respiró soul por los cuatro costados con el gran atractivo de contar por primera vez con dos grandes nombres de la historia del soul que visitaban la ciudad. El sábado la jornada comenzó con la actuación del colectivo 7 PULGADAS ALL STARS que estrenaba nueva cantante Aurora García que cerró el set de esta formación con solvencia en donde militan miembros de Mamafunko, Speaklow o Muchachito Bomboinferno entre otros. Luego THE SWEET VANDALS demostraron que sus seguidores son legión, Mayka y los suyos se metieron al público en el bolsillo desde el minuto uno para dejar paso a la americana afincada en Finlandia NICOLE WILLIS con sus Soul Investigators que venían presentando su segundo disco y que aportaron gotas de funk y disco destacando la loca sección de metales de la banda. IRMA THOMAS, la reina del soul de New Orleans por primera vez en nuestro país a sus 72 años y respaldada por una banda de músicos nacionales coordinador por Pablo Pérez (guitarra, Watch Out) junto y donde entre otros estaban Julián Maeso (Hammond), David Carrasco (saxo), Josué García (trompeta), David Salvador (bajo)puso el broche a este primer día interpretando clásicos de su repertorio de los años 60s y reivindicando su papel en la historia de la música negra. Enlace Funk DJs amenizaron los intermedios de este primer día.
El domingo la jornada comenzó con una actividad para los más pequeños, unos de los protagonistas de este evento que facilita el acceso a las familias acompañados por menores. El domingo abrieron PYRAMID BLUE que presentaron dos nuevas canciones, después SASKWATCH desde Australia y por primera vez en España fueron una de las grandes sorpresas de Black Is Back con su soul fresco y radiante con pinceladas poperas y muchísimas ganas de agradar convencieron hasta el punto de que el público les obligó a hacer un tema extra bajo las protestas del jefe de escenario, al final todos contentos y un excelente sabor de boca. Después vendría TOKYO SEX DESTRUCTION y GUADALUPE PLATA aportando desgarro y distorsión con una propuesta personal, para dar paso a los catalanes THE EXCITEMENTS que también aprovecharon para presentar algunos temas de adelanto de lo que será su segundo álbum.
El fin de fiesta con ANN SEXTON acompañada por la banda The Northern Soul Kings integrado por un all stars de músicos madrileños donde estaban Santi Martin, Gabri Casanova, Victor Aceituno, Alicia Arguiñano, Mayka Edjo, Chip Wickham, Howard Brown, José Jusepe y Javi Skunk creada para la ocasión y que dieron el respaldo sonoro y energético a una de las grandes damas del sonido northern soul, no falto ningún clásico junto a homenajes a Aretha Fraklin y James Brown en el bis. Fin de fiesta con Malasaña Midnight Runners Djs y un after party improvisado en el club Barco donde se reunieron algunos músicos que habían participado en este weekend junto a Cosmosoul hasta altas hora de la madrugada, pero eso es otra historia. Madrid sigue siendo la capital de la música negra como muy bien reflejaba la magnífica exposición de Jaime Massieu que se pudo disfrutar durante estos dos días en la nave 16 del Matadero.
Texto: Miguel A. Sutil Fotos: Alex Rodríguez Cruz
Videos: Enlace Funk TV (Pinchando sobre el nombre de los artistas)
Puedes escuchar fragmentos en directo de BLACK IS BACK! grabados por RADIO 3 PINCHANDO AQUI.
Astrid Jones es luz, su presencia ilumina y su voz enamora. Empezamos a conocerla con sus trabajos en Mama Boogie, Wondertronix o Gospel Factory entre otros y recientemente colaborando con Tasty Grooves. El momento que muchos esperaban ha llegado con su proyecto personal acompañada por The Blue Flaps una banda integrada por Carlos Bratt, Lázaro Barrizonte, Carlos Soria y Arnaldo Lescay. Su debut ha sido en formato single vinilo 7” con dos temas, “I Wanna Say“ y “Something Else” y el pasado viernes era el día indicado para su presentación en sociedad. Astrid estaba nerviosa, con una mezcla de intranquilidad y expectación. El día elegido era una celebración importante, el día europeo de la música y el lugar la sala Tempo, uno de los templos de la música negra en la capital.
Son las doce en punto y hacen su presencia The Blue Flaps acompañados de dos coristas especiales para la ocasión Carolina García y Loralí. Empiezan calentando con una introducción potente y eficaz que preparan la presencia de Astrid que aparece con una trenza recogida y un traje largo sedoso de color rojo. En los primeros minutos su voz es protagonista de la sala con un acompañamiento mínimo, como anunciando una ceremonia. Astrid se muestra ante nosotros con esa personalidad que refleja su inmensa sonrisa, la de alguien que sabe donde quiere estar. El clásico de Coltrane “Afro Blue” llena de espiritualidad la noche con una versión donde los músicos pueden crear y respirar con su cantante….la noche promete un viaje hacia el lado mas intimo de alma. “London” nos invita a ser lo que seamos en cualquier lugar, descubrir un mundo nuevo, en ese espacio que nos transforma y te sientes libre, no necesitas físicamente irte a un sitio para hacer lo que estas esperando y Astrid nos invita a buscar algo dentro de nosotros para hacer lo que queremos ser.
Astrid se muestra sexy, arrogante, provocativa e inocente por momentos. Expresando todos los sentimientos que esconde y poniéndoles música. Si estamos enfadados, estamos enfadados y entonces parece como si Nina Simone estuviese presente en la sala y Astrid se reencarnase en ella. Sin olvidar los momentos para reivindicar, levantarse y luchar. En la recta final el estreno de las dos nuevas canciones que ha editado Vinilos Enlace Funk, presentando la banda y en el bis un recuerdo a uno de los momentos de la obra teatral Un Trozo Invisible de Este Mundo, en la que Astrid ha participado . Ha nacido una estrella y su camino esta lleno de esperanza y luz.
El sello y promotora inglesa Street Sounds especializada en electro funk celebraba su 31aniversario con este evento que daba la bienvenida al verano. Un cartel histórico en una sala que aún no teníamos la suerte de conocer, Coronet y que demostró ser un espacio mas que adecuado para un evento multidisciplinar como este. Al entrar un ambiente festivo de bienvenida con collar hawaiano incluido y una mala noticia, la suspensión del concierto de Sugarhill Gang por problemas legales relativos al copyright de los derechos del nombre, parece ser que el grupo de Wonder Mike, Master Gee y Hen Dog se han visto obligados a cambiar su nombre por Rapper´s Delight por una demanda interpuesta por los nuevos propietarios de los derechos del mítico sello americano Sugarhill. Durante toda la noche se recordó su música de mano de los DJs de la noche. Precisamente la noche comenzó con un pinchadiscos legendario, Dj Chad Jackson campeón de la DMC 1987 con una sesión artesana, sin Serato y con vinilo mezclando clásicos de los ochenta en una sesión fluida que sirvió de perfecto calentamiento de la noche. Luego la cantante Fonda Rae conocida por trabajar con grupos como las Coconuts de Kid Creole, en un concierto a modo de show case donde presentó sus éxitos de los 80s como “Touch Me” para dar paso a las dos bandas de la noche que alargaron su tiempo de concierto debido a la cancelación comentada.
Crown Heights Affair llevaban sin visitar Europa desde 1998, y se notaban las ganas de agradar, con la base rítmica original y la incorporación de dos metales, los de Brooklyn repasaron sus clásicos “Galaxy Of Love”, “Dreaming a Dream” o “Dancin” con un especial recuerdo para el productor Bert Reid, productor de grupos como Unlimited Touch o Trilak y que había formado Raw Silk junto con miembros de CHA. Su concierto fue un regalo para los aficionados al mejor disco-funk, contundente y sonando como una perfecta maquinaria de ritmo. Los componentes originales de la banda que siguen al pie del cañón son: Phil Thomas, James Ajax, L.A. Blacksmith y William Anderson.
Para cerrar la noche Rose Royce desde Los Angeles volvía a Londres desde su última aparición en Europa en 2007. No faltaron temas clásicos como “Magic Touch”, “Do Your Dance”, “Still In Love”, o esas dos super baladas “Wishing On A Star” y “Love Don't Live Here Anymore” y por supuesto “Car Wash” un viaje a los mejores momentos del funk hecho en los ochenta. En la banda aún militan el trío original integrado por Kenny Copeland, Henry Garner, Freddie Dunn y Michael Nash.
Tras los conciertos la fiesta no acababa. Tres espacios con un cartel de DJs ingleses que no pararon de soltar clásicos para agradar en la pista con un público receptivo y con ganas de divertirse, curioso ver la coreografía masiva del “Candy” de Cameo, todo un fenómeno. Tres espacios para bailar, quizás el más interesante el más pequeño regentado por el colectivo Soul Fine. Con esa calidad de sonido y los watios necesarios para disfrutar en la pista hasta se puede perdonar el extraño olor de la cerveza. Pedro, sabe de lo que hablo. La edad media de los asistentes en torno a los cuarenta años da que pensar que este tipo de celebraciones pueden peligrar por un público cada vez mayor, así que para la próxima no te lo pienses…puede ser la última.
Madrid es esa ciudad fascinante donde los que amamos la música negra en directo nos podemos encontrar cada noche con una actuación vibrante que quizá no esperábamos, en la que cada sala nos abre a un abanico de genuinos sonidos con capacidad de dejarnos anonadados, donde cada sesión es la perfecta excusa para reencontrarse con viejos amigos e intercambiar impresiones sobre el desarrollo de esa escena tan nuestra y a la vez tan ajena como es la que engloba a la música de raíz afroamericana. A esta misma escena pertenece desde hace años el guitarrista y productor Eddie Roberts, quien desde finales de los noventa ha compaginado su banda de funk crudo inspirado por The Meters (Leo Nocentelli es, sin lugar a dudas, uno de los principales referentes de Eddie al tocar su instrumento) conformada por cuatro integrantes (bajo-guitarra-batería-teclado), The New Mastersounds (10 álbumes y colaboraciones como figuras como Lou Donaldson, Fred Wesley, Maceo Parker, Melvin Sparks, Ernest Ranglin o Art Neville les contemplan), y el club The Cooker, en la localidad británica de Leeds, donde programaba cada noche una banda en directo y un pinchadiscos para alargar la noche hasta donde fuera necesario.
En uno de sus periplos por el mundo al frente de The New Mastersounds, Eddie se cruzó en su camino con los actuales componentes de West Coast Sounds y comprendió que una formación de ese calibre, con su sección de vientos correspondiente, le permitía una mayor versatilidad a la hora de desarrollar sus ideas de lo que podría realizar con su banda de siempre, bastante más encorsetada en la recreación de un estilo concreto. En cierto modo, puede afirmarse que sintió una suerte de epifanía musical.
La apertura del concierto con “The Long Drive Home”, un tema efectista que oscila entre el soul y el r&b y que sirve de inicio en su único trabajo de estudio, el álbum “It´s About Time”, editado en el sello Tallest Man en noviembre del año pasado, fue un inicio de ceremonia de excepción que nos puso en la pista de lo que veríamos a lo largo del concierto: una banda de extraordinarios músicos, mención especial para su batería Jermal Watson (componente de la Dirty Dozen Brass Band), jaleado con pasión en cada solo que se marcó -“no sé cuántas veces tendré que pronunciar su nombre”, afirmaba Eddie para solicitar el aplauso del respetable tras una de sus múltiples exhibiciones-, con un sonido vibrante, pero no excesivamente rodada -fueron múltiples las señas que tenían que hacerse unos músicos a otros para dar pie a sus distintas intervenciones, los errores fruto de la espontaneidad, o los gestos de extrañeza de alguno de ellos al comprobar que su compañero de banda se saltaba el guión establecido-.
Para ser fiel a la realidad, todos tuvieron su momento -hay que reconocerle al líder del proyecto la generosidad hacia cada una de las personas implicadas-: Joe Cohen, el saxofonista tenor y compositor de uno de los temas más bailables del álbum y alejados de la ortodoxia, “Break The Fast”; el virtuoso organista chicaguense Wil Blades -considerado mejor “estrella emergente del órgano” por la revista Downbeat en 2007 y 2008-, quien, a parte de lucirse en piezas como “Good Thing” o “Fast In”, tuvo que responsabilizarse, a su vez, de la línea de bajo; el trompetista Mike Olmos, quien realzó con sus solos “A Day, A Week, A Month, A Year”, uno de los momentos valle de la actuación. Eddie fue repasando paulatinamente su reloj -“ayer actuamos en un lugar en el que apenas tuvimos tiempo, pero hoy tenemos tiempo de sobra, sin duda Madrid es lo mejor”- y, llegado el momento, solicitó al dueño de la sala -“probablemente el sitio más estrecho donde he actuado con estos tipos”-, el plácet para poder interpretar la última, honor que nos deparó “Black Bag”, un tema bastante representativo de su estilo, híbrido soul-funk con diversos sólos intercalados. Era miércoles y cada cual retornó a sus quehaceres con una dulce sonrisa en el rostro por haber disfrutado de una de esas noches inesperadas en las que la magia puede brotar cuando uno menos lo espera.
Son ya cuatro las ediciones de un evento que se ha convertido en todo un referente anual -no sólo para los getafenses, aunque, sin duda, representa todo un lujo a su corto alcance- y la cuestión es que en esta edición han realizado una apuesta arriesgada: ampliando el espacio dedicado al festival a pesar de alejarse del centro de Getafe -con un escenario acorde a su relevancia actual-, comprometiéndose en otras parcelas -monólogos, interpretaciones teatrales de diversa índole…-, cediendo un huequecito para que los niños puedan ser partícipes de la cultura -¿qué sentido tiene segregar entre cultura de adultos y de menores? ¿por qué no fomentar la cultura desde temprana edad?- y, lo mejor de todo, es que lo siguen haciendo sin haber perdido un ápice de la cercanía, amabilidad y esmero que dedican al asunto.
Así, en esta edición hemos podido asistir a actuaciones tan dispares como la de Alamedadosoulna el viernes 5 de julio, una formación madrileña de clara vocación skatalítica -versiones del “Ska 008” de Potato, “Buttah” de New York Ska Jazz Ensemble y “Sally Brown” de Laurel Aitken incluidas- y potencial para alcanzar a públicos mayores en número -de ahí su participación en eventos tan masivos como los festivales Viñarock, Getafe en Vivo, Aupa Lumbreiras o Rototom-, quienes, pese a todo, no supieron sobreponerse a la ausencia de sus dos componentes femeninas -lo que les condujo a reducir considerablemente su repertorio, prescidiendo de piezas de cosecha propia como “Punhit” o “Ya no tengo miedo”, además de la versión de “Teardrops From My Eyes” en la que su saxofonista Rebeca Gismero reemplaza a su intérprete original, Ruth Brown- y a la ausencia de público -apenas 250-300 personas y no excesivamente participativas en comparación con lo que suele ser habitual en otras actuaciones suyas-.
Más involcurados, pese a encontrarse cómodamente sentados en asientos de madera habilitados a tal efecto por la organización para recrear un club de jazz al aire libre, estuvieron los asistentes a la cita del jueves 11 de julio con el virtuoso cuarteto comandado por el veterano saxofonista de la factoría Blue Note, Lou Donaldson, agradeciendo con cada aplauso los intentos de hacer aflorar esa apagada vocecilla de talante bromista en canciones como “Whisky Drinking Woman” o “Just a Dream (on my mind)” -apología de Barack Obama incluida-, acompasando las palmas a petición del maestro de ceremonias para acompañar los solos de sus lugartenientes de excepción -Randy Johnston a la guitarra, Akiko Tsuruga al órgano y Fukushi Tainaka la batería- y rindiéndose a su buen hacer en incunables como “Night Train”, “Midnight Creeper”, “I Be Blue” o la versión de Louis Amstrong, “What a Wonderful World”. Mientras siga vivo, seguirá pisando escenarios con la honradez que le caracteriza a sus 87 años, y seguirá haciendo felices a los que disfrutamos de su sonido embriagador que nos retrotrae a otras épocas con el sencillo ejercicio de cerrar los ojos y dejarse llevar por el añejo sonido de su saxofón.
El sábado 13 de julio fue el turno del bajista camerunés residente en Brooklyn, Richard Bona, de envidiable trayectoria (fogueado en sesiones de improvisación junto a Chick Corea o Brandford Marsalis, acompañante en gira de Pat Metheny o Joe Zawinul, director musical para el calypsonian Harry Belafonte…), quien con un repertorio propio (“Shiva Mantra”, “O Sen Sen Sen”, “Te Dikalo”…incluyendo un par de anticipos aún por titular de un álbum que está por aparecer y para el que cuenta con Stevie Wonder como colaborador) y ajeno (“Teen Town” de Jaco Pastorius, con quien también ha actuado) supo pulsar los ánimos del público haciendo gala de un gran sentido del humor (“¿cuándo fue la última vez que vine a Madrid? En 2010. ¡Hace ya tres años! No puede ser: el clima es bueno, la comida es buena y las mujeres son hermosas, ¡deberíais contratarme cada año!”) y echando mano de toda clase de recursos (desde el clásico pregunta-respuesta al público, hasta las interpelaciones en castellano, pasando por el beatboxing -quizá aprendido de su experiencia en compañía de Bobby McFerrin- o haciendo callar al personal cuando se marca un bis con un cuatro venezolano, guiño flamenco incluido).
En algo tiene razón: a tenor de la respuesta del público, debería regresar más a menudo. Ese crooner patrio que responde al nombre de Juan Perro, fue el encargado de cerrar el ciclo de conciertos en el festival el sábado 20 de julio y lo hizo delante de un público predispuesto a corear y aplaudir cada detalle con que el Sr.Auserón decidió obsequiarles con esa aura de gran artista que lo caracteriza. Empeñado en reivindicar el festival como el inicio de la revolución cultural, el dandy maño, ataviado con un traje negro y su sempiterno sombrero, abrió la veda con “Reina Zulú”, “Pájaro de Siracusa”…y fue realizando, a lo largo de un completísimo recital de hora y viente minutos de duración, un amplio repaso de su repertorio pop impregnado de son, salsa, mambo -versión del maestro Dámaso Pérez Prado incluida-, rock -sonó “Twist and Shout” de The Beatles-, blues o reggae, logrando un mayor feedback del público en piezas más baiblables como “Charla del pescado”, “A un perro flaco”, “Río Negro”, “Girasoles Robados” o “La Nave Estelar”. Dejó para los bises “Tres Morillas”, “La fonda de Dolores” y terminó reivindicando a Herbie Hancock en un coreable “Watermelon Man”. El suyo fue el perfecto broche a un festival veraniego en el que se apuesta por potenciar bandas de calibre -la Zarabanda que acompañó a Juan Perro ralló a un altísimo nivel- y complementarlo con sesiones en las que el eclecticismo ha tenido un enfoque predilecto hacia las músicas de raíz. Las actuaciones repasadas -a vuelapluma- suponen apenas una ínfima parte de las que tuvieron como escenario el nuevo espacio habilitado en el aparcamiento de la facultad de comunicación audiovisual de la Universidad Carlos III en el campus de Getafe. Apenas una muestra de la amplitud de propuestas que pudieron ser disfrutadas y que, si nada lo remedia, seguirán desarrollándose en una ciudad que le debe mucho a estos agitadores que se esconden tras el colectivo Cultura Inquieta, responsable de espacios como el club Fender, el periódico MásGetafe o este referente veraniego que es el festival Cultura Inquieta. Si nada lo impide, nos vemos el verano que viene en su quinta entrega. ¡Larga vida a Cultura Inquieta!
Según la información del taxista que nos llevó hasta el pueblo de Banyalbufar, esta localidad de la tramontana mallorquina tiene una extensión de 18 Km cuadrados y censados a unas 500 personas, recientemente la zona ha sido declarada patrimonio mundial de la Unesco y se llega a ella tras 35 Km desde el aeropuesrto de Mallorca. Un espectacular paisaje recorrido por curvas sin compasión nos lleva a un bello paraje flanqueado por bancales como robados al valle en la montaña donde se cultiva y se asientan muros y edificaciones típicas de la zona con una sensación de organización perfecta. El mediterráneo con su azul vivo e inmenso cubre toda la vista donde llega nuestra mirada y las espectaculares calas llaman nuestra atención como ilusionados recién llegados.
Por segundo año consecutivo Banyalbufar celebró un festival distinto y estimulante, se trata de una jornada gastromusical donde el vino de Malvasía y la tomàtiga de Ramellet junto con la música negra son protagonistas. De día la celebración comienza con la participación de nueve restaurantes del pueblo que ofrecen su mejor tapa acompañada por el vino de la zona, en el recorrido la banda mallorquina El Niño Alcalino (en la foto de la izquierda) lleva su soundsystem móvil ambientando los espacios y rincones, contagiando su buen rollo.
En el apartado gastronómico hubo variedad y calidad, desde el atún fresco que encandilo a los miembros de The Sweet Vandals, las patatas del Cas Batle Negre (su dueño es un gran aficionado según muestra en su establecimiento de la madrileña tienda Up Beat) pasando por el sorbete de Ramallet hasta los ganadores por segundo año con su espectacular carne de su bio-burger del restaurante 1661.
Tras la obligada siesta para nivelar los efectos del vino y la comida, toca la Sunset Session en el chiringuito Piscolabeach para ver ponerse el sol a ritmo de jazz, música jamaicana y soul.
(A la izquierda foto de ambiente de la Sunset Session por Verónica Menéndez Salinas)
Por la noche todo listo para la gran fiesta final con los conciertos en la plaza del ayuntamiento presidida por la fachada de su iglesia decorada con espectaculares proyecciones de Visual Minimal TV donde la banda barcelonesa-mallorquina Orange Juice Funk Collective presentaban su primer CD con solvencia y muy buenas ideas, después los madrileños The Sweet Vandals repasando temas que suenan a clásicos de la reciente historia del funk patrio que se incluyen en sus cuatro álbumes publicados hasta la fecha y cierre hasta la madrugada con la sesión de Sr. Lobo y su combinación de ritmos para la pista. Volvemos con una sonrisa en nuestra cara algo mas quemada por los rayos del soul y pensando en la próxima edición. Enhorabuena a los organizadores y toda la gente que ha participado en esta edición. Nos vemos pronto.
(Fotos de Orange Juice Funk Collective y The Sweet Vandals por Verónica Menéndez Salinas)
Si una característica tiene la música que creó el difunto genio Marvin Gaye es que conserva, pese al transcurso del tiempo y el paso de generaciones, una capacidad inherente de transmitir vibraciones y sentimientos aún en el supuesto en que se desconozca la lengua inglesa y, por ende, no se comprenda en su totalidad ese mensaje universal de paz, amor y sana convivencia entre seres humanos del que Marvin hizo gala como artista.
Y eso tiene su reflejo en el público variopinto (familias al completo, parejas, lobos solitarios, lugareños con ganas de marcha) que se decidió por la propuesta ideada hace un año por las tres cabezas pensantes del colectivo Madrid es Negro y creada en principio para una única función -la que tuvo lugar el 23 de febrero como colofón a la tercera edición del ciclo Madrid es Negro-. Los que asistimos a aquella representación, coordinada -como ésta- de manera magistral por el bajista y alma máter de The Sweet Vandals, Santi “Sweet fingers” Martín, jamás pensamos que aquello se repetiría, pero afortunadamente ha vuelto a ocurrir y estamos de enhorabuena. En realidad, no fue exactamente una réplica de aquel espectáculo, porque la música como arte que es, está confeccionada por artistas y artesanos que hacen de cada velada una experiencia incomparable y genuina que nada tiene que ver con la anterior. Cada noche acontece un hermoso milagro de creación colectiva que debemos valorar como tal.
Y, descendiendo a lo terrenal, tras una accidentada presentación en la que Mr.Reginald (la voz sugerente y procaz que nos desvela cada madrugada de sábado desde las ondas hertzianas de Radio 3 con su espacio “Cierra la puerta”), fue mostrando en el Teatro García Lorca de Getafe su debilidad por el icono y el legado musical de Marvin Gaye, e introduciendo a las divas madrileñas por riguroso orden alfabético. Éstas aparecieron en escena y, sin necesidad de amplificación alguna, se marcaron una coral a capela sobre el “What´s Going On” que predispuso favorablemente a la audiencia para lo que se avecinaba a continuación. La introducción dio pie a un repertorio en el que fueron permutándose las ocho divas (se les sumó para la ocasión Cristina López, hasta hace no mucho tiempo vocalista en Watch Out) en formato de dueto, terceto, cuarteto…y hasta octeto, logrando momentos de distinta carga emotiva y despertando un apreciable interés en un público que se rindió a sus encantos.
Una Alicia Ruiz en buen estado de forma pese a no encontrarse al frente de Celofunk desde hace unos años, abre la veda con “I Heard It Through The Gravepine” bien pertrechada a los coros por sus compañeras y, tras ella, es su hermana Susana “Funkwoman” Ruiz la que focaliza las miradas de los asistentes para interpretar “You Are All I Need To Get By”. Susana da paso a Mayka Edjole (The Sweet Vandals), quien suple con carisma y tablas el hecho de no alcanzar los registros de su antecesora esa noche y logra que el público termine coreando sin reparos “Ain´t That Peculiar”. El participativo “You Are All I Need To Get By” se convierte en un duelo edificante: la sutileza y sofisticación de Astrid Jones (The Blue Flaps) frente al desgarro emocional de Susana “Funkwoman” Ruiz. En “I Want You” el protagonismo no es, aunque pudiera parecerlo, patrimonio de Cristina López, sino compartido con los vientos, que demostraron con su buen hacer que cada pieza del engranaje estuvo justo donde se le reclamaba para que el resultado fuera el óptimo. Penélope “Ikah” Sócola (The Soul Commanders) muestra quiebros vocales característicos de los artistas de ese soul actual que llaman r´n´b (no obstante, ella es una de sus más destacados representantes en el panorama madrileño) en “That´s The Way Love Is” y cede el testigo a un animal del escenario como Aurora García (The Betrayers), que nos cautiva con “Let´s Get It On”. El cielo debe habernos enviados a estas mujeres que cantan como los ángeles en “Precious Love”. Alana Sinkey (Cosmosoul) logra uno de los momentos de mayor exaltación y aplausos cuando tararea con acierto los versos urgentes de “Trouble Man”.
Un tema emblemático como “What´s Going On”, con la participación de todas las divas implicadas, marca el ecuador del recital y el tema conecta, como ocurría en aquel el célebre álbum homónimo, con “What´s happening brother”, con otro aplaudido dueto entre Mayka Edjole y Susana Ruiz. Con ese susurro que en ella es marca propia, Astrid Jones nos permite evadirnos por un momento de nuestras miserias cotidianas (aunque sin necesidad de acudir a la nefasta heroína) durante el transcurso de “Flying High”, tras el que nos aterriza de nuevo el mensaje consciente de “Save The Children”, en el que Alana Sinkey se despacha a gusto, mostrándose muy concienciada con el rol esencial que desempeñarán los niños para cambiar el curso de una sociedad que les hemos legado. Aurora García reaparece como voz protagonista y nos recuerda que la clave para reverter la situación es básicamente hacer y proporcionar amor en “God Is Love”, mientras Alicia Ruiz reivindica al Marvin que se adelantó en la lucha por la ecología y la vida en armonía con el medio que habitamos (¡no olvidemos, por favor, esta sabia lección del maestro!). Su hermana Susana Ruiz se desmelena en esa llamada de atención que epitomiza “Right On”. A estas alturas de la función, ya se ha granjeado el cariño y aprecio de la concurrencia, que se rinde ante las cualidades de “La Voz”. Penélope Sócola canta en “Inner city blues” contra el latrocinio de nuestros derechos y el desfalco a las arcas públicas antes de que los músicos se retiren del escenario y se cumpla el consabido ritual de petición de bises.
Para la traca final, quedan dos piezas-estandarte de la trayectoria de Marvin. Por un lado, “Sexual Healing”, el tema póstumo que se publicó algún tiempo después de que Marvin nos abandonara (así nos lo recuerda Mayka), la canción que muestra al Marvin desnortado, desinhibido en su apetito sexual y preso de sus adicciones. Los arreglos de coros que respaldan a Mayka dan buena cuenta del enorme trabajo previo necesario para que un espectáculo de este calibre se lleve a buen puerto. Y, como no podía ser de otro modo, el clásico de Motown “Ain´t No Mountain High Enough”, que en las voces de Tammi Terrell y Marvin Gaye sonaba atemporal y exquisito, supone la perfecta guinda, por su talente optimista, a un evento en el que los asistentes abandonan sus asientos y se rinden por fin al baile. “Si no puedo bailar, esta no es mi revolución”, afirmaba Emma Goldman. Marvin a buen seguro que también hubiese querido para sí una celebración en la que la danza colectiva fuese un elemento más y que sonase como sonó su música en el Teatro García Lorca de Getafe.
TEXTO: Larry ACR Fotos: Jesús Alarcón y Raul Santano
Cada concierto de Speak Low es todo un acontecimiento, si además se une a la inauguración de las sesiones Aretha que se anuncian para todos los miércoles en el club Siroco de Madrid, el evento se convierte en celebración por todo lo alto. El grupo madrileño había anunciado su disolución en marzo de 2012 en el marco del festival Moe Black Music Festival y esta reunión significaba su regreso a los escenarios en una mini gira que les ha llevado por Las Palmas, Granada y Estepona con el cierre por todo lo alto en el escenario de Siroco. Ya lo anunciaron cuando decidieron poner fin al proyecto, podrían volver cuando les apeteciese o las condiciones fueran propicias, y esta lo era, volver a uno de los clubs madrileños que les vio nacer como grupo y celebrar el nacimiento de unas sesiones que apuestan por la música negra cada miércoles era una ocasión única.
Speak Low ejercían de padrinos de lujo y lo demostraron en un concierto que fue puro derroche y talento en un recorrido por la historia de una banda que es sinónimo de sabiduría. Antonio Pax a la batería, José Funko a la guitarra, los hermanos García (Martín y Josué) en los metales y Julián Maeso en el teclado arrancaron con caras de preocupación. “Take Your Time” y “I Want My Money Back” incluidos en su álbum Hands Up! (Lovemonk) sirvieron para romper el hielo, incluso parecía que no estaban cómodos buscando su lugar, pero entonces como poseídos por el espíritu de James Brown en forma de su tema “Papa Dont Take No Mess” la noche se enderezó, todo empezó a encajar, parecía que estaban preparados para que Aurora García (The Betrayers) subiese al escenario para reinterpretar a Etta James, a partir de ahí ya nada sonaba igual. Aurora recordaba la labor de Speak Low y explicaba con el CD en las manos como cuando ella aún ni siquiera cantaba, el grupo ya era una referencia. Tras ese momento los músicos parecían haberse relajado y empezar a disfrutar , “Unusual Tatami”, o “This Letter” sonaban con la precisión de misiles teledirigidos y temas antiguos como “I´m Gone A Groove Ya” o “Moon Cresta” incluidos en su álbum debut que edito Acid Jazz alcanzaban una nueva dimensión. Speak Low se reencontró con sus fans de siempre y lo celebró en familia.
Dos horas y media de concierto que resume la propia historia y personalidad del grupo en una noche mágica en la que el grupo pasó de los nervios iniciales por atacar-recordar un repertorio que hacía tiempo no tocaban, a la confianza, el disfrute y la grandeza de unos temas que vuelve a demostrar porque sus intérpretes son grandes en esto del groove en nuestro país. El final apoteósico con “Thriller” y “Uba Yuba” ya eran una fiesta que anticipaba lo que daría de sí la noche en la inauguración de Aretha, todos los miércoles en Siroco el funk suena. Nos vemos en la pista evocando a la reina del soul.
Una vez más Londres se convirtió en la capital del funk-soul. Bajo la denominación de Giants Of Funk, Soul Boogie & Jazz la promotora Musical Therapy Entertaiment anunciaba una reunión histórica en uno de los mejores locales para música en directo de Europa, Indigo2. La noche estuvo ambientada por los DJs Jigs (Choice FM), Fitzroy The Buzzboy (Soul Survivor Magazine), Scott James y Stretch Taylor (Stomp Radio) y Phillo. Se hacían apuestas por el orden de la noche, ya que en los anuncios no quedaba muy claro cual sería, y poco a poco (no sin alguna sorpresa) se fue desvelando.
El primero en salir al escenario fue el cantante de Florida Glenn Jones que se dió a conocer con su primer álbum grabado en 1980 producido por Norman Connors. Ataviado con una gorra hasta la cejas que impedía ver su cara, en su concierto acompañado por una banda local repasó hits de sus álbumes grabados para RCA, Jive o Atlantic, donde no falto su hit “I Am Somebody" con el que cerro su show o temas como “Show Me”, “Bring Back The Love” o “Here I Go Again".
Sin descanso, el siguiente en aparecer con una formación reforzada por metales y coros, sería el cantante originario de Texas Archie Bell que a sus 69 años demostró estar en una forma envidiable tanto físicamente como por una voz privilegiada, mas de la mitad del concierto la hizo cantando con el micro a la altura de la cintura y le sobraba voz, repaso el legado de sus hits para Philadelphia Internacional como “There´sGonna Be A Showdown” , “Soul City Walk”, “Let´s Groove” o “Hard Not To Like You” y “Don´t Let Love Get You Donw” sin olvidar el clásico northen soul “Tighten Up” grabado en 1959 y cerrando su actuación con la inolvidable presencia de su pequeña nieta sobre el escenario, una gozada de disco soul en directo.
Tras una pequeña pausa para una campaña de recaudación de fondos para las transfusiones de sangre, el público esperaba a Loose Ends, (probablemente el grupo que por orden natural debería haber salido al escenario), pero para sorpresa de casi todos el turno le tocó a Steve Arrington que apareció en escena con sus dedos en forma de cuernos y un llamativo crucifijo tocando timbales, su primera tema a pesar de ser el clásico “Just A Touch Of Love” tuvo un arranque un poco frío, pero tras el obligado acoplamiento y adaptación del público, el ex vocalista de Slave imprimó kilos de macarrismo a un sonido reforzado por guitarra, bajo y batería que ya no tendría marcha atrás.
Repasó los hits de su proyecto Hall Of Fame como “Nobody Can Be You But You”, “Dancing In The Key Of Life” o “Feel So Real” así como momentos de su último disco High producido por Dam Funk o su disco en solitario Pure Thang, no faltaron los clásicos de Slave como “Wait For Me” o “Watching You” con el que cerró una apabullante actuación. Al día siguiente en su twitter anunció que volverá en 2014, así que estaremos atentos para una nueva descarga de buena parte del mejor funk que se puede escuchar hoy en día.
Para el final de la noche los organizadores dejaron a Loose Ends, la mítica banda inglesa de la década los ochenta que publicó singles como “Hanging On A String”, “Magic Touch” o “Slow Down”. Tras cerrar el telón del escenario, se montó la mesa para el DJ al borde del escenario desde donde se soltaban las bases de una actuación mas bien anecdótica a modo de show case de treinta minutos escasos donde el miembro original Carl McIntosh acompañado de Chris Harvey en los platos y Kyra Simona en la otra voz dejó una sensación algo fría para el final de una noche para recordar.
Una gran celebración, así podíamos resumir lo que dio de sí el primer fin de semana del festival Madrid Es Negro. Sumándose a las celebraciones de los 35 años de la sala El Sol y el número 50 de la revista Madrid En Vivo, Madrid Es Negro arrancó el jueves con la habitual rueda de prensa en Fnac y un showcase adelanto del concierto que dará dentro del festival El Sr. Rojo. Por la noche en el cuartel general del festival, el Club Maderfaker de Malasaña una sesión en vinilo por donde pasaron clientes, aficionados y amigos como Juan Maltés y Machuca.
El viernes se celebraban las más de veinticinco referencias publicadas en los últimos diez años del sello Vinilos Enlace Funk, la serie de singles que se editan conjuntamente con la revista Enlace Funk. Para la ocasión se reunieron sobre el mismo escenario, AstridJones & The Blue Flaps que aprovecharon para grabar un video clip que en próximas fechas se estrenará, Pyramid Blue reforzados con un guitarrista y saxo estrenaron nuevos temas y para terminar la Orquesta del Solar pusieron literalmente patas arriba la sala con un fin de fiesta a ritmo de salsa dura en donde además hubo momentos mágicos como cuando Astrid Jones se subió a cantar el “Superstition” de Stevie Wonder junto con el guitarrista de Pyramid Blue, un momento que a pesar de no estar ensayado reflejo el encuentro de músicos en una noche donde el soul y el jazz dio paso a los sonidos africanos y cósmicos para terminar en clave de tumbao africano y guaguancó.
Algunos decían que la gente de Madrid Es Negro son los más punkis de la ciudad y otros que nunca habían viajado en una sola noche hacia tantos rincones del groove. Sin el trabajo de José Lanot y la voluntad de todos los grupos habría sido imposible hacer realidad esta noche en donde se demostró que todos los géneros de raíz negra están unidos bajo el denominador común de este festival y que todos se pueden disfrutar por igual. Al día siguiente en el Café Berlín había programado una noche que daría muchas sorpresas, el Trío de Diego Gutiérrez integrado por Javier Bruna -saxo tenor, Christian Pérez –contrabajo y Diego Gutiérrez –batería, dieron una lección del mejor jazz que se puede escuchar hoy en este país intercalando temas propios, versiones de clásicos del rock, transformando a los Meters en clave de jazz y poniendo el broche de oro con Coltrane. Tras el concierto llenazo hasta el final de la noche en una sesión en vinilo donde absolutamente nadie paró de bailar a ritmo de boogie, funk, disco y una gotitas de salsa…para no variar!!!.
¿Está todo el mundo en la casa?- se pregunta una voz en lengua inglesa. Nadie responde. El maestro Georgie Fame y los dos músicos irrumpen en escena sin importarles en exceso la inexistente respuesta de los allí presentes. Se excusa de no saber expresarse en castellano y de que los músicos que le acompañan no sean su formación habitual -a su hijo James lo reemplaza su maestro a la batería y afirma que el guitarrista reserva supera en calidad al original, cosechando las risotadas del respetable-.
Se arranca con “It Shouldn´t Be Me”, el tema con que Eddie Cochran le introdujo a la música de Ray Charles cuando el bueno de Georgie era un tierno aprendiz de teclista allá por 1959, contando con apenas 16 años de edad. De la compañía discográfica fundada por el propio Charles -Tangerine- selecciona el tema que sigue, “Point Of No Return”, que Fame conoció a través Louis Jordan aunque estuviera compuesta originalmente por el tándem Carole King-Gerry Goffin.
El blues tiene dos facetas contrapuestas y así queda revelado conforme la actuación avanza dando pasos en firme. La cara extrovertida y divertida con un sarcáctico Floyd Dixon y su "Dont Send Me Flowers When I´m In The Graveyard” -con recuerdo para todos aquellos músicos que han pasado a mejor vida recientemente, buena parte de ellos coetáneos de Fame-, y la más introvertida de la mano de “uno de los más afortunados poetas del jazz” y buen amigo de Fame, Mose Allison y su hermoso, si bien resabiado, “If You Live”.
Dos sensacionales músicos de la banda de jazz latino del percusionista Mongo Santamaría como el saxofonista "Pat" Patrick y el pianista Rodgers Grant, dieron lugar a un tema instrumental denominado “Yeh, Yeh” al que Jon Hendricks –del que Fame se reconoce discípulo- del trío vocal Lambert, Hendricks & Ross aportaría la lírica aupándolo a los “charts” británicos y permitiendo a Fame lucirse ante su público madrileño, una audiencia que no luce “zoot suits” ni “bowling shoes” y que ya peina canas con orgullo.
Otro tema de “funny blues” de su admirado Floyd Dixon, que asegura incluirá en su próximo trabajo, rebasa ya el ecuador de su actuación y tras él llega la traca final que Fame nos ha deparado.
En 1981 Georgie Fame visitó a Hoagy Carmichael en su residencia californiana buscando su aprobación de la versión que había registrado entonces de su clásico “Georgia On My Mind”, quizá no tan reconocida como la popularizada por Ray Charles unos años antes y convertida en himno oficioso del estado de Georgia -aunque la canción estuviera dedicada a la hermana de Carmichael, Georgia-. Todo lo que obtuvo del compositor fue la siguiente afirmación: “no importa la música que hagas, si interpretas mis canciones, tendrás éxito”. Los aplausos que lo acompañan refrendan lo acertado de su inclusión en el repertorio.
El medley de “Georgia On My Mind” prácticamente enlaza con otro clásico inmortal del rhythm & blues como “Green Onions” de Booker T & the M.G.s, single afanado a su amigo el operador jamaicano del sound system londinense Count Suckle y compuesto justo el mismo año -1962- en que Fame decidió agenciarse un órgano hammond inspirado en artistas tan influyentes como Jimmy Smith, Richard “Groove” Holmes o el propio Booker T. Finaliza la tanda gloriosa con un tema compuesto en 1927 por Lil Hardin -segunda esposa del trompetista Louis Amstrong-, “Just For A Thrill”, con la pertinente introducción histórica.
Apenas una hora de actuación y el respetable está ansioso por seguir disfrutando del trío -a juzgar por sus aplausos-. Sin embargo, cuando Fame podría haber coronado la noche con dos o tres temas de blues y rhythm & blues descarnado de su extenso repertorio, aparece en escena en solitario y corresponde con una única canción, su clásico “The Ballad of Bonnie &Clyde”, que deja a los asistentes fríos y en espera de unos bises que no terminan de llegar cuando el encendido de las luces confirman lo inevitable: no habrá más.
Madrid es Negro no para y el segundo fin de semana de actividades ha deparado noches gloriosas como la vivida el jueves en Siroco. Un club donde los jueves el reggae es protagonista y que acogió la vuelta tras más de dos años de Blueskank a su escenario en una noche en la que además se celebraba el aniversario de Bob Marley. Para la ocasión el grupo madrileño repaso la reciente historia de la banda realizando un viaje por distintos formatos. Partiendo de la formación acústica con contrabajo en donde interpretaron temas como “So Lovely” o “Coexist” para pasar a la parte a la que Miguel Valenciano rescato algunos temas en formato solo y acabar con la parte eléctrica donde se escucharon cortes como “Callin´” o “Madness” este último adelanto de las canciones que estarán incluidas en su próximo album. Para esta ocasión tan especial no faltaron temas de Marley como “Punky Reggae Party”, “Exodus” o “Could You Be Loved”.Dos horas de sonidos jamaicanos facturados con calidad, entrega y pasión. Atentos a su próximo album que tiene prevista su aparición para antes del verano.
El sábado por la noche una vez el Club Kathmandu se convirtió en la embajada de los ritmos negros en Madrid con una sesión en vinilo por parte de Madrid Es Negro Sounsystem Djs junto a dos invitados de excepción: Desde Valencia DJ José Mardigrass de la tienda Splen Di Ni y desde Granada David Dj de En Negro en donde además se presentaba oficialmente el último número de la revista Enlace Funk. Casi sin dormir y tras quemar la pista de Kathmandu, la celebración del vinilo continuaba tomando forma en el restaurante Gula Gula por tercer año consecutivo en la feria de coleccinistas de vinilo de música negra más importante del estado que año a año se afianza como una cita fundamental donde se demostró que el vinilo esta mas vivo que nunca y el interés de los aficionados y curiosos crece año a año.
Cuando un año atrás los caminos de Aurora García y Freedonia se bifurcaron, múltiples interrogantes nos asaltaban. ¿Qué ha sucedido para que en un proyecto tan consolidado surjan diferencias de criterio musical y/o personal? ¿Será Freedonia capaz de encontrar un reemplazo del carisma y la presencia escénica de Aurora? ¿Conseguirá Aurora emprender un camino en solitario?
La apuesta de Aurora fue valiente y digna de elogiar: pudiendo haberse mantenido en una formación bien integrada en el circuito -y más allá de él, registrando “sold out” en aquellas ciudades en que actúan-, con un directo sencilamente arrollador y con su célebre “Heaven Bells” -¿una de las cimas del soul patrio?- sonando por doquier, decidió comenzar de cero y establecerse en solitario, contando, eso sí, con el respaldo de compañeros, solventes músicos de soul, jazz y funk con los que ha ido encontrándose a lo largo de su trayectoria musical. Las expectativas generadas en torno al estreno de su primer álbum Shadows Go Away (Siete Pulgadas / Warner Chapell) se desbordaron y muestra de ello es el hecho de que en torno a las 21:15 -hora real de comienzo del espectáculo- la sala Shoko presentaba un aspecto envidiable, con la platea a rebosar -todas las entradas vendidas- y una formación de diez músicos de amplio bagaje (Speak Low, Mama Funko, Siete Pulgadas…) atacando un trallazo instrumental, con esos coros “let me take you higher”, que sólo hacía presiagiar grandes momentos.
Cuando Aurora irrumpe en escena impecable y sonriente como en ella es habitual, resulta difícil explicar los motivos, pero lo cierto todo el personal cae rendido, como fruta madura, a sus pies, y es que el encanto que desprende su presencia, su carisma y la entrega que ofrece sobre el escenario, convierten en devoto de su figura hasta el más descreído. En la primera tanda ataca temas de su recién estrenado trabajo como “What You Need” -encomiable labor de armonización con las coristas Carolina García y Verónica Ferreiro-, el sentido “Blood On Her Hands”, “If You Could Be Me” o “Move On And On” -en el que suman la presencia de David Simón Schulthess (Dummie -atención a su inminente primer álbum-, Aurora García Sexteto) al teclado-, pero es tras el receso que se toman las tres cantantes, con la banda interpretando el instrumental blaxploitation “Octopus” -aquel siete pulgadas de “label” gris publicado por Vinilos Enlace Funk en 2008-, cuando el concierto despega definitivamente.
La interpretación del tema “Get Down” sirve para explicar buena parte de la génesis de su actual proyecto, pues uno de los primeros encuentros musicales entre banda (Siete Pulgadas) y solista se produjo para la grabación de aquel single editado por el sello Lovemonk años atrás y, como dice el refranero popular, de aquellos polvos, estos lodos. Los dos temas que interpreta a continuación, “From Love To Hate” y “Who Do You Think You Are”, parecen destinados a saldar cuentas amorosas pendientes y Aurora, que afortunadamente ya superó aquellos momentos turbios de su vida, no repara en reproches hacia aquel noviazgo frustrado.
Antes de que los ánimos decaigan, Aurora decide presentar otras dos piezas que nos invitan en enfocar con aires renovados el porvenir, “Take Me Away” y “Shadows Go Away” (las sombras se disipan), que, junto a un tema más desconocido de Stevie Wonder -recordemos que mantiene un proyecto paralelo de tributo al maestro, Little Wonder- como “Black Orchid”, ponen fin (provisional) a su actuación. Como es previsible, los asistentes reclaman (aclaman) la presencia de Aurora y sus muchachos de nuevo sobre el escenario, quienes se destapan con el muy coreable single “Ain´t Got No Feelings” -muy recomendable el visionado de su videoclip en el canal Sol Música o en Youtube- y una última canción que no soy capaz de identificar porque, dadas las circunstancias, a esas alturas ya me encontraba tan embebido en el jolgorio colectivo que hubiera vendido mi alma al diablo para que hubiera alargado el repertorio lo que hubieran deseado. Estábamos a su merced y Aurora lo sabía. Intuyo que sobre la carrera de Aurora va a dar mucho que hablar durante los próximos meses y no sólo en el ámbito del soul-funk. ¿Para cuándo al próxima actuación?
La noche fue caldeada con los Djs Chris Philips y Snowboy, reconocidos fans del Go Go Funk que homenajearon clásicos del género sin olvidar a Chuck Brown, cuyo himno “Bustin´Loose” sonó justo antes de que nuestros diez protagonistas empezasen a ocupar posiciones, el último en salir Mr. Big Tony con cadena de oro, gorro, gafas de sol, jersey de cuello vuelto y bajo apoyado en su opulenta tripa. Arrancaron con un medley marca de la casa con su característico “Say Whaaaaaat!” y esos redobles percutivos característicos que te hacen volar acompañado dedos teclados espaciales. Sin descanso durante casi dos horas repasaron todos sus himnos: “So Early In The Morning”, “Trouble Over Here, Trouble Over There”, “E-Flat Boogie”, todos los pepinos uno tras otro y para la recta final “Don´t Touch That Stereo”, “Trouble Funk Express” y por supuesto “Pump Me Up” y cerrando con “Drop The Bomp” que tuvieron que acortar para terminar a las 23h en punto por exigencia de la organización. 
En las primeras filas militantes Go Go con camisetas de la P-Funk y portadas de discos que mostraban con cada tema.Un público mezclado de negros y blancos con una edad media de 40 años, los cuales seguro habían asistido al último concierto en Londres hacía más de dos décadas. Casi dos horas de sudor, baile, testosterona y percusiones para definir lo que se entiende por funk crudo sin concesiones, o como diría mi amigo Miguel Losada, funk testiculado, ese que hace expandir los genitales, agitar el culo y doblar las rodillas. Que no tengamos que esperar otros 25 años años para verles en Europa.
