Coincidiendo con la edición de sus primeras grabaciones en más de 20 años que se publican en un single de vinilo en edición limitada editado por Soul4Real, recuperamos la entrevista en su versión completa y revisada que apareció en el número 46 de ENLACE FUNK y que se realizó en la última edición de Soul4Real donde "Prince" Phillip Mitchell estuvo actuando. El single ha sido grabado entre Bilbao y Louisville, Kentucky, con músicos de ambos lados del Atlántico e incluye las canciones “Just The Beginning” y “Something New To Do”. La primera es una cuidada y mejorada versión de aquella maqueta publicada sólo en CD por Grapevine hace 10 años, que no tenía el mejor sonido. Esta vez se incluye vientos, percusión y una producción más elaborada. “Something New To Do” es obviamente el mismo tema que grabara Bobby Sheen en los 70, composición de Phillip Mitchell y que aquí se puede escuchar en su voz original, y con unos arreglos distintos. Ambas canciones han sido producidas por el propio cantante.
Para más información o reservar tu copia del disco, puedes contactar con: soul4realrecordlabel@gmail.com
ENTREVISTA "Prince" Phillip Mitchell
Entrevista: Andy "Tats" Taylor
Traducción: Alex Subinas
Fotos: Alex Rodríguez Cruz
Me cito con “Prince” Phillip Mitchell en la víspera de su concierto exclusivo en Bilbao, con todo el papel vendido. El legendario cantante / compositor está de buen humor y el brillo juvenil en sus ojos no deja de sorprender en alguien que ha estado en el negocio de la música desde hace seis décadas. Conversar con él es como encontrarse con un viejo amigo; Mitchell resulta ser encantador, ingenioso, y muy entusiasta a la hora de rememorar su increíble carrera. Y si hay algo que llama la atención es que habla con una honestidad absoluta, a veces es desconcertantemente sincero. De hecho, en un momento sus ojos se humedecen, y por unos instantes las lágrimas se deslizan por sus mejillas al recordar un episodio del pasado. Para cualquiera que esté familiarizado con su música, este torbellino de emociones no es ninguna sorpresa.
Antes de la entrevista tenía la esperanza de obtener una visión del hombre que se esconde tras el músico, pero pronto se hizo evidente que en este caso eran indisolubles, la música es para Phillip Mitchell algo tan natural y vital como respirar.
Nacido en Louisville (Kentucky) en 1944, Phillip Mitchell es unánimemente reconocido como uno de los más grandes compositores de la historia de la música soul, de hecho se puede afirmar que su tremenda valía como compositor eclipsó su faceta de intérprete. Sus canciones han sido grabadas por un auténtico “quién es quién” del género, artistas como Bobby Womack, Millie Jackson, Joe Simon, Candi Staton, Archie Bell, Mel & Tim, Bettye Swann y muchos más. En Europa es considerado un artista de culto y algunas de sus composiciones más oscuras en la voz de intérpretes como Corey Blake ("How Can I Go Without You"), Sidney Joe Qualls ("I Don´t Do This") o Staple Singers ("Trippin On Your Love") han sido veneradas y coleccionadas en los últimos 30 años. Así, es ilustrativo que en su última visita al Reino Unido más de 2.000 fans corearan estrofa por estrofa canciones que nunca llegaron a entrar en las listas de éxito de la época, signo inequívoco de su genialidad como compositor.
¿Cómo recuerdas tus comienzos, Phillip?
Todo empezó muy pronto, siendo un niño. Solía pasarme todo el día cantando por el barrio. Siempre he tenido una gran pasión por la música aunque supongo que hasta los 8 o 9 años no fui plenamente consciente, la gente me decía que tenía una gran voz. Una cosa llevó a la otra, y a medida que fui creciendo fui sintiéndome más seguro con mi voz.
¿Y cuándo comenzaste a escribir?
Comencé a escribir mis primeras canciones y poemas con la misma edad. Recuerdo que mientras el resto de niños estaban jugando en el barrio yo disfrutaba quedándome en mi pequeña habitación, intentando hace rimas y que las palabras encajasen.
¿Estabas influido por algún cantante en particular o básicamente escuchabas la música de la radio?
Bueno, cuando yo era un niño mi madre era una gran seguidora de Donnie Elbert, así que pronto se convirtió también en mi ídolo, solía practicar cantando sus canciones.
¿Te acuerdas de las canciones?
“What can I do, to hold your hand…” (Phillip canta el éxito de Donnie Elbert “What Can I Do” alcanzando las notas altas con gran facilidad), esa era mi favorita, la solía cantar en todas partes y la gente se volvía loca al escucharla. Fue entonces cuando me di cuenta de que podía cantar, y además no hacía mucho había descubierto que también podía escribir mis propias canciones, lo que ya era el no va más. Cada dos por tres mi madre me gritaba que saliera de la habitación -me pasaba allí horas- y fuera a la calle a jugar con los otros chicos; ese recuerdo me inspiró la introducción de la canción “A Star In The Ghetto”, que es claramente autobiográfica.Así que la música se convirtió en mi gran pasión, y me dedicaba a practicar y mejorar mi voz durante horas, lo mismo que a escribir. Cuando mis amigos empezaron a juntarse con otros chicos para cantar yo solía enseñarles y pronto fueron surgiendo grupos vocales, era la época del doo wop.
¿Hablamos del 58/59?
Sí, 58/59/60, esos años. Por entonces yo ya cantaba en grupos y enseñaba a otros chicos armonías vocales. No sé como desarrollé tan rápido esa facilidad, supongo que vino de forma natural, simplemente sabía hacerlo.
¿Cuándo aprendiste a tocar algún instrumento?
A los 13 años me di cuenta de que para ser un buen compositor debía de tocar y estructurar mi propia música. Así que empecé a practicar con diferentes instrumentos, si encontraba una guitarra a mano no la dejaba quieta, o si iba a casa de alguien que tenía un piano, allí me quedaba todo el tiempo posible para poder tocarlo.
¿Eras autodidacta?
Completamente. Y lo mismo a día de hoy. Tengo un increíble oído y, no sé...siempre he tenido una facilidad innata para componer y escribir canciones.
¿Eres consciente que tienes un don especial?
A menudo escucho a la gente decir eso; "tienes un don, te ha caído un regalo del cielo", pero yo suelo molestarme un poco porque es algo que he trabajado mucho... tal vez un sea un don especial, pero la gente me decía: "Oh, has nacido con ello" o “tienes un talento natural para escribir” y yo para mis adentros siempre pienso “no, no, no...”, lo que he hecho ha sido trabajar duro para desarrollar ese talento.
¿Qué otros compositores te inspiraron en tus comienzos?
Como a tantos otros cantantes, al principio me influyó el sonido Motown. Un letrista como Smokey Robinson sabía cómo conectar con la gente. Además tenía una voz de tenor más o menos como la mía, era natural que me gustase.
Tú tienes de hecho un fantástico registro de voz
Muchas gracias, lo cierto es que cubría 5 octavas, de un extremo al otro del piano. Al principio de mi carrera compuse algunas canciones en las que ponía a prueba mi capacidad vocal, y creo que con buen resultado, como es el caso de “The World Needs More People Like You”.
Siempre me ha parecido una canción muy personal, ¿La escribiste pensando en alguien?
Lo cierto es que no iba dirigida a ninguna persona en particular. Lo que siempre he hecho ha sido escribir no sólo mis propias experiencias sino también las de otras personas. Si alguien me cuenta alguna historia o algo sobre su vida suelo ser todo oídos, porque la mayoría de las veces puedo extraer una canción de ello.
Por lo que tengo entendido, en tu juventud también practicaste el boxeo, supongo que en Louisville era un deporte popular dado que era la ciudad de origen de Cassius Clay
Sí, le conocí y en alguna ocasión le hice de sparring, aunque yo solía pelear en la zona Este y Ali entrenaba en un gimnasio del centro de Louisville. Aunque gané algún campeonato menor, nunca pensé en dedicarme a ello profesionalmente, la música era para mi prioritaria.
¿Es cierto que en los primeros tiempos en Muscle Shoals, Rick Hall te apremió a cambiar tu manera de cantar y hacerla más soulful?
Sí, en los primeros años en Muscle Shoals todos los cantantes tenían voces más roncas, rasposas; te hablo de Otis Redding, Arthur Conley, James Carr, Wilson Pickett, yo no entraba desde luego en ese molde de cantante sureño, era más al estilo de Detroit o Filadelfia, más suave. Rick Hall me dijo: “tienes que aprender a gritar”. Ylo cierto es que yo podía cantar cualquier cosa y alcanzar cualquier nota pero no sabía gritar. Nunca olvidaré mi primera sesión en Fame; yo estaba cantando las canciones y Rick Hall pasaba junto a mi ignorándome por completo. Yo estaba un tanto desesperado porque sabía que podía cantar y creía que no había nadie en Fame que lo hiciera mucho mejor que yo, pero a la hora de gritar todos me superaban. Durante unos años el asunto me quitó el sueño y llegó el día en el que logré la técnica precisa para gritar; pero al mismo tiempo me dije, al diablo con ello, voy a seguir grabando mis maquetas y seguir escribiendo canciones. Con el tiempo empezaron a escucharme y a apreciarme como cantante, desde luego.
Entre las canciones de esas primeras sesiones estaba “Keep On Talking”, ¿No es así?
Sí, “Keep On Talking”, de Dan Penn y Spooner Oldham. Casualmente, hace poco hablé Spooner... era una gran canción que ambos acababan de escribir y que James Barnett también había grabado.
Phillip decidió dejar Muscle Shoals y al de un tiempo se asentó en Texas, donde conoció a Huey P Meaux, un promotor y disquero legendario de dudosa reputación, que incluso había pasado largas temporadas en la cárcel...
Como hemos hablado yo había grabado la canción en Muscle Shoals en el 65, pero tras mucho tiempo esperando, Rick Hall no terminaba de sacar el disco. De modo que decidí largarme y terminé afincándome en Houston. Allí estaba un noche actuando en un club que se llamaba Vance Ballroom, junto a un cantante local llamado Dean Scott y Joe Hinton (en ese momento entona “Funny How Time Slips Away"). Era un club enorme, con capacidad para 2.500 personas. Tras el show me encontraba en el camerino y apareció Huey Meaux. Yo estaba en ese momentohablando con BJ Thomas, quien me advirtió “Si tío, es Huey, Huey Meaux, el tipo de Crazy Cajun, pertenece a la Mafia”. Alguien más comento lo mismo “Sí, hombre, ese tipo está conectado con la Mafia de Louisiana” yyo me dije, “Joder, debo mantenerme alejado de él”. Pero resulta que se me acerca y me dice -“Hey, me gustaría representarte”. Lo cierto es que él llevaba la carrera de Barbara Lynn, y también tenía a Johnny Copeland en su sello, era un pez gordo en el negocio. Así que empecé a tener cierta relación con él y la verdad es que me caía bien, era un tipo cool y conmigo tenía un buen trato. Cuando me planteó la posibilidad de grabar algo le comenté cual era la realidad: “Lo siento Huey, pero no puedo grabar nada contigo porque sigo bajo contrato de Rick Hall en MuscleShoals”...no tardó un segundo en descolgar el teléfono y hacer una llamada (Phillip imita la voz de Huey adoptando un acento de gánster hispano)... –“Hey Rick” –Sí, quién es? –“Huey, Huey Meaux, qué estás haciendo con mi chico, Phillip Mitchell? Está aquí sentado en mi oficina, y me acaba de contar que le tienes atado con una mierda de contrato, tío. Yo quiero ficharle, y resulta que tú tienes un disco grabado con él y no terminas de sacarlo, esto hay que solucionarlo, voy a sacar yo el puto disco” –“Ok”, contesta al otro lado Rick. Y en menos de dos semanas mi disco estaba en la calle, en el sello Smash de Polygram...habían pasado casi dos años desde que lo había grabado.
Tras un periodo en Houston y, posteriormente en Los Angeles, Phillip volvió a Alabama. Desde su marcha un nuevo y pujante estudio de grabación se había establecido, creado por ex-músicos de Fame. Por supuesto se trataba de Muscle Shoals Sound, que pronto se convertiría en uno de los más estudios demandados en todo el país y en un auténtico referente
Recuerdo bien la primera vez que entré en los estudios, bueno, realmente me costó año y medio hacerlo, no me dejaban pasar más allá de la mesa de recepción...solía ir todos los días desde la parte pobre del pueblo, la zona negra, entre Atlanta Avenue y Jackson Highway, y allí me plantaba en el parking con mi estuche y mi guitarra. Y tocaba debajo de un gran árbol que había, mientras desfilaban Cadillacs, Lincoln y Mercedes, que levantaban un montón de polvo que me entraba hasta en los ojos. Y yo mientas con mi guitarra, tocando todo el rato debajo de aquel árbol. Imagínate, delante de mí veía bajar de sus limusinas a los Rolling Stones, Wilson Pickett, Aretha Franklin y compañía. Y claro, también escuchaba tocar a la sección rítmica de Muscle Shoals, y te puedo asegurar que desde ahí afuera veía temblar al edificio...la música era verdaderamente funky, impresionaba. Así que tomé la seria determinación de que algún día entraría por la puerta principal de ese jodido estudio.Un buen día, en un descanso de una sesión Terry Woodford se me acercó y cuando estaba al lado dejé de tocar porque pensé que quería hablarme, pero dijo -“No tío, sigue tocando, de quién es esa canción?” -“Es mía”, le respondí. En ese momento se acercó David Hood –“Tienes alguna más?” y yo empecé a tocar otra canción, y al de nada estaba con ellos dentro del estudio, en la oficina de publishing. Les enseñé un maletín lleno de canciones que había escrito y después de un par de sesiones decidieron contratarme como compositor; todas las semanas iba y les presentaba una nueva canción. Cuando entré tenían 30 o 40 compositores colaborando, y sólo las mejores canciones eran elegidas para ser grabadas con la sección rítmica.
Yo estaba ansioso de entrar en aquel estudio porque quería conocer a todos esos “hermanos” que tocaban dentro, pero no había “hermanos” (risas). Recuerdo entrar entusiasmado en aquel estudio, yo era tan sólo un joven aspirante a compositor y cantante, y ver aquella consola con todos esos faders y pensar “Oh Dios mío!” (risas). Así que pregunté ingenuamente“Dónde están todos los hermanos, a dónde se han ido, dónde están los tipos con los que estabais tocando?” y Jimmy Johnson me respondió –“Te refieres a qué dónde están los tipos negros?, nosotros somos los tipos negros”...yo no me lo podía creer, de ninguna manera unos tíos blancos podían tocar así...sí, me quedé sorprendidísimo, cambió mis esquemas por completo.
La impresión que causó este pequeño grupo de músicos en el joven Phillip Mitchell fue muy grande, imposible olvidar el sonido entre las cuatro paredes del pequeño estudio de Alabama, con Barry Beckett (piano), Jimmy Johnson (guitarra), David Hood (bajo) y Roger Hawkins, la famosa sección rítmica conocida como “The Swampers”
Barry Beckett ha sido para mi uno de los más grandes músicos que han existido. Has estado alguna vez cerca de él? Si estuvieras cinco minutos notarías estar ante la presencia de alguién muy grande, para mi era como un Dios, hay algo que puedo contarte...yo adoraba a Barry Beckett (en este momento Phillip se emociona al recordar su primer encuentro con Beckett, y cómo malinterpretó como desprecio lo que realmente era admiración del pianista por el talento del joven cantante y compositor). Beckett...me resulta duro recordarlo...yo pensaba que no le caía bien; él era un tipo grandote, tenía habitualmente el ceño fruncido y a veces me miraba de ESA manera. Yo trataba de ignorarle y una vez le dije a Jimmy Johnson –“Puedes buscarme algún otro músico para trabajar conmigo?, porque sólo recibo malas vibraciones de este tipo”. Después de pasarme un año y medio en el parking esperando tener una oportunidad y cruzármelo ahí afuera todos los días, una vez dentro tenía la sensación de que miraba mal. Pues bien, en la siguiente sesión en el estudio, estábamos todos sentados en círculo y Barry Beckett estaba junto a su piano mirándome fijamente. De repente arrojó su bolígrafo al suelo y se dirigió a mí –“He oído que crees que no me caes bien...bien, sabes porque realmente te observo? ...simplemente trato de descubrir como diablos consigues componer de esa manera” Lo cierto es que había malinterpretado su actitud, lo cual todavía me duele. Nunca había conocido un tipo que, mientras yo tocaba, fuera capaz de escribir nota por nota lo que sonaba. Era alguien único, y sentir que me admirara es algo que me deja sin palabras.
Phillip Mitchell pronto se consolidó como uno de los mayores compositores del estudio, con grandes éxitos a sus espaldas como la soberbia “It Hurts So Good” para Millie Jackson o “Starting All Over Again” para Mel &Tim. Y allí también grabó cuatro canciones como intérprete, entre ellas el clásico del Northern Soul “Free For All” y “The World Needs More People Like You”...¿Notabas que la atmósfera que se respiraba en Muscle Shoals facilitaba ser más creativo, tener más libertad para trabajar y proponer ideas?
Bueno, para mi fue un poco la confirmación de era un buen compositor, puesto que si podía trabajar allí y conseguir éxitos podía hacer cualquier cosa que me propusiese.
Sin duda eres uno de los compositores más brillantes a la hora de fusionar country, gospel y soul...
Muchas gracias. Sí, un poco de gospel, un poco de R&B, un poco de pop. La música es música. Es la industria la que ha catalogado lo que es una canción pop, gospel o R&B, para mi una canción es simplemente una canción. Todos esos ingredientes están ahí y lo que a mi me gusta es combinarlos y lograr conmover al oyente, hacerle bailar o que se emocione. Si no consigo despertar ese interés para mi la canción no me vale.
Si leo el nombre de Phillip Mitchel en una canción sé positivamente que va a estar bien estructurada y casi siempre va a tener en su letra algo distintivo o emocionante
Cuando escribo una canción trato siempre de combinar una historia que pueda entender la gente de a pie, introduzco un poco de sentido común con retazos de vivencias personales, y a veces incluso una pizca de humor. La mayoría de mis canciones tienden a tener esa combinación, o al menos eso quiero creer.
Tus canciones siempre son muy melódicas, con un poderoso estribillo, pero al mismo tiempo logras mantener el interés y peso en las letras. Supongo lograr ese perfecto equilibrio debe ser una tarea ardua
Sí, suele ser una labor ardua, normalmente cuando una idea me viene, me viene el conjunto de la canción al mismo tiempo. La puedo escuchar en mi cabeza, y tengo hasta clara la historia a contar desde el principio hasta el final, luego trabajar la melodía resulta lo más complicado. No diría que es difícil, lo realmente complicado es decidirme sobre qué camino seguir con la melodía. Una vez tomo esa decisión, meto el piloto automático y todo se acelera.
A principios de los 70 el nombre de Phillip Mitchell aparecía de forma recurrente en muchos de los grandes discos de soul que se editaban, como por ejemplo los elepés de Millie Jackson “Caught Up” y “Still Caught Up”. ¿Solías escribir canciones pensando en algún artista en particular?
Sí, muchas veces me llamaban con encargos concretos, me avisaban que por el estudio se iba a pasar tal o cual artista. En el caso de Millie, recuerdo a Jimmy Johnson al teléfono comentándome a ver si me podía acercar por el estudio, que estaban grabando en ese momento y les faltaba un “hit”, así que me acerqué, me instalé en la pequeña oficina de publishing y me puse a escribir las canciones que luego saldrían en sus discos.
¿Canciones como “It Was Easy Going” o “Tired of Hiding”?
Sí!
Antes has comentado el punto humorístico en algunas de tus canciones, que sin duda funcionaba muy bien en Millie Jackson, como por ejemplo “Leftlovers” (del álbum “Still Caught Up”)...supongo que te divertirías al escribirla
Surgió de manera espontánea y sí, me reí bastante al escribirla, pero todavía más cuando intentaba cantarla! Como letrista, sé que puedo amoldarme a diferentes intérpretes y, en este sentido, trabajar con Millie Jackson me daba total libertad, ya que ella tenía fama de deslenguada y de cantar letras chocantes o provocadoras. Recuerdo estar con ella en el estudio grabando la introducción de la canción y no saber muy bien qué diablos íbamos a hacer (risas). Entonces ella dijo -“Phillip, you been married to her, shacking with me, who you feel you cheatin´on?”, yo contesté -“I don´t feel like I´m cheating on nobody”; y me replicó –“The neighbours told me you were in Philadelphia all week…shacking up!”…fue todo improvisado, si te soy sincero no creía en absoluto que fuera a aparecer en el corte final, pensaba que era una coña. A veces sucedían estas cosas, lo mismo sucedió con “Checking Out, She Was Check In” de Don Covay.
Reconocida por los buenos aficionados como una obra maestra del soul de los 70, en ella, la voz ultra soulful de Phillip Mitchell secundaba maravillosamente a la de Don Covay, dando un contrapunto perfecto y aportando sin duda una nueva dimensión a la canción. El disco se alcanzaría el número 1 en las listas de Billboard
Yo estaba en la sala de control y Don estaba en la sala de grabación recitando unas estrofas y me dio por hacer el tonto y completar las frases –“I just finished checking out of the hotel and my wife was check in” cantaba; y mientras yo bromeaba haciéndole eco “Checkin out...she was check in”. Entonces Don dijo, “Hey tío, eso suena guay, vamos, incorporémoslo a la canción!”
¿Pensabas que iba a ser un éxito?
No, en absoluto, la verdad es que ni sé lo que estaba haciendo ese día en el estudio
Con el debido respeto, Phillip, considero que tú fuiste una parte integral del Muscle Shoals Sound y, sinceramente, no veo que se te reconozca como es debido
No, y me duele profundamente porque ha salido hace nada una película sobre todo ello y ni salgo ni se me menciona. Y pasé una larga temporada escribiendo canciones allí y tratando de promocionar aquellos estudios. En 1986 me enviaron una carta diciéndome que iba a ser incluido en el Alabama Music Hall of Fame; pues bien, más tarde me enviaron una segunda misiva informándome que al final no era posible, dado que no había nacido en el estado. Y resulta que mi padre, mi abuela y toda mi familia es original de Alabama, por cosas del destino nací en Kentucky, pero todas mis raices están en Alabama. Este hecho me sigue poniendo de mal humor a fecha de hoy. Lo mismo que el documental de ahora. Recuerdo a Jimmy Johnson diciéndome “Bueno, Phillip, tú ya sabes que eres uno de los originales Swampers, igual que el resto”....en fin, duele que te ignoren, aunque ya cada vez me afecta menos. Y por otro lado van a nombrarme este año miembro del Kentucky Hall of Fame.
Muscle Shoals se ha convertido con el tiempo en un lugar histórico, no sólo musicalmente, sino también culturalmente
Sí, cuando llegué a Muscle Shoals era el periodo del movimiento de los derechos civiles y Alabama no era precisamente un sitio muy progresista en ese sentido. No había compositores negros, ni tampoco productores, yo fui el primero en aparecer allí. Por supuesto que había negros que grababan en los estudios, pero eran todos artistas que eran producidos por productores blancos. Estaba yo sólo, fui el primero en romper esa barrera y fue algo excitante.
¿Hay cantantes que han interpretado tus canciones superando tus expectativas, dándoles una nueva dimensión?
Si, claro que hay casos. Cuando eres el compositor tiendes instintivamente a pensar que nadie puede interpretar mejor que tú la canción. Pero a veces surge ese magia. Por ejemplo, con Bobby Womack, Bobby tiene mucho soul y su propio estilo, que es lo más importante.
¿Crees que escribir canciones tiene algo de terapéutico?¿Te ha ayudado a superar malos momentos?
Sí, desde luego. Si no fuera por mi música y mi amor por la música no seguiría vivo. Me ha ayudado en todo, todo!. La música es totalmente terapéutica, me relaja, excita, y genera una energía única como cualquier actividad creativa. Dame un piano y te aseguro que me puedo quedar tocándolo hasta caerme del sueño. Como tanta gente, he pasado por momentos difíciles en mi vida pero la música siempre me permitió superarlos. Independientemente del mayor o menos reconocimiento, soy lo que soy gracias a mi música. Así que cuando alguien viene y me propone producirme un disco le digo que no, ya que no entendería lo que hay aquí dentro (Phillip se toca el corazón). Podría entender la música pero no los sentimientos que la generan.
La música tiene un gran poder comunicador y traspasa culturas y generaciones
Yo no hablo español ni un montón de idiomas, el único lenguaje que hablo es el de la música, que es universal, y sé que a través de ella puedo llegar a casi todo el mundo.
Hace poco tuve una conversación con un grupo de raperos, los tipos no entienden la vieja escuela, me llaman OG (old guy) y yo les decía que hay algo que nunca cambia y, es la relación entre un hombre y una mujer. No importa de que generación seas, la música que te guste o donde hayas nacido. Una vez que te hayan roto el corazón un par de veces lo último que vas a querer oír es ese rap “boo de boo boo boo”. Vas a querer escuchar una canción que cuente algo, con la cual te puedas identificar. Al final me daban la razón... “Sí, tío cuando mi chica me dejó me quería tirar de un puente y bla, bla...” (risas). Está claro que a medida que envejeces vas a tener los mismos problemas y pasar por las mismas situaciones que tu padre, hermano, etc. Y también las relaciones con las mujeres siguen siendo en gran medida las mismas. Todas las generaciones se repiten.
El fanatismo por la música de Phillip Mitchell ha propiciado que discográficas hayan rescatado y publicado viejas maquetas, en algunos casos sin su permiso. En el transcurso de la conversación Phillip le muestro varios de estos CDs, que en algún caso desconocía, así como de otros artistas interpretando sus canciones...¿De modo que a menudo desconocías qué artistas grababan tus canciones?
En el 90 por ciento de los casos.
Eso significa que los royalties tampoco te llegan...
Así es, he sido engañado por compañías de discos, editores de canciones, promotores. No confío en la mayoría de la gente del negocio musical, he tenido muchas experiencias negativas en el pasado.
Entre las canciones “descubiertas” en los últimos años hay alguna versión muy primitiva, colgada en internet
¿Tú lo entiendes? Está claro que el tipo tiene esa grabación pero la pregunta es, ¿tiene mi aprobación? No!, porque esa grabación no está pulida y es bastante mala, se me oye cantar a mi sólo acompañado de una guitarra acústica. Es de principios de los 70 y yo por entonces era un guitarrista poco experimentado, no es representativa. Para mi es desagradable quedar expuesto así, es como estar desnudo en el lobby de un hotel, algo incómodo, ¿no?
Durante la charla nos acompaña su ex manager Aki Aleong. Su nombre me sonaba, y su cara también me era familiar, lo cual no es extraño dado que Aki ha participado en más de 200 programas de televisión y 40 películas. También es un veterano ejecutivo de la industria discográfica, productor y artista. Ha trabajado junto a numerosas estrellas del soul, en muchos casos relanzando sus carreras. Un casualidad del destino hizo que Aki y Phillip se conociesen, lo que propició el fichaje de Prince por Atlantic Records y la grabación de sus dos increíbles álbumes “Top Of The Line” y “Make It Good”. Aki relata como se produjo el bendito encuentro:
Yo era por entonces el manager de Norman Connors y estaba en Kentucky. Acababa de terminar una actuación suya en Louisville, en la que Groover Washington había sido el telonero. Norman estaba de moda, en poco tiempo había pasado de cobrar 25 dólares por nohe a ganar 5.000; después del concierto, que fue un éxito, queríamos ir a celebrarlo a algún club y alguien menciono uno llamado “Starving Artists Club”. Al llegar vi a este hermano de tan buena planta en el escenario, dando un show increíble, cantando un material que no conocía. Me impresionó así que le pregunte a un camarero que me lo presentase una vez acabase el concierto. Al de una hora el propio Phillip se me acercó y presentó. Recuerdo que le pregunté de donde diablos habían salido todas esas canciones y me contestó “las escribo yo”. Quedamos en que se pasara al día siguiente por mi hotel y allí me interpretó más canciones. Al de un mes le llevé a Nueva York, en donde negocié un gran contrato con Atlantic Records. Y el resto es historia, los dos grandes elepés que conocéis.
Un par de horas después de concluir esta entrevista volví a pensar en estas palabras de Aki y entendí su urgencia en ficharle. Sucedió mientras estaba rodeado por más de 400 personas presenciado la actuación de “Prince” Phillip Mitchell en el Kafe Antzokia de Bilbao. Observar a Phillip sobre el escenario era contemplar a un compositor majestuoso desgranando su repertorio de canciones únicas de una manera única. Y al escuchar “There´s Another In My Life” pasó por mi cabeza que posiblemente estuviese escuchando la interpretación más soulful que jamás hubiera escuchado en toda mi vida. En un momento giré la cabeza y vi otros rostros igualmente embargados por la emoción, con los ojos humedecidos, fui consciente de no ser el único.